Tal y como se está poniendo la situación a nivel económico, las subidas continuas de precios de alimetos, combustibles y del coste de la vida en general, las políticas absurdas y decisiones más que cuestionables que están tomando los incompetentes al frente de los gobiernos de los distintos países, sobre todo en Europa y los Estados Unidos, me he estado informando sobre cómo intentar ahorrar, en la medida de mis posibilidades claro, y de la información que he podido consultar, hay 5 consejos que creo son particularmente útiles.
No soy economista ni asesor financiero ni nada parecido, pero creo que son cosas que todos podemos hacer en la medida de nuestras posibilidades, y si a alguien puede ayudar a ahorrar algo, a sobrellevar la recesión que enfrentamos, pues vale la pena.
Desafortunadamente, algunas de las cosas que ahora nos están pasando están más allá de nuestro control, pero lo que podemos controlar es cómo respondemos y nos preparamos para una recesión financiera. Tomar medidas de precaución para proteger nuestras finanzas puede suponer una gran diferencia entre sobrellevarla, pasarlo regular, pasarlo mal o incluso pasarlo mucho peor.
1. Tener algo de ahorros como un fondo de emergencia
Cuando la economía comienza a hundirse, nuestros trabajos y nuestros ingresos pueden estar en peligro, y es por esta razón que ahorrar un fondo de emergencia (lo que cada uno pueda, si puede, que no siempre es posible) es crucial cuando se enfrenta una recesión . En pocas palabras, un fondo de emergencia es el dinero que hemos ahorrado con el único propósito de ayudarnos a sobrellevar nuestra vida cotidiana durante las dificultades financieras.
Ya sea que hayamos, o nos hayan, reducido las horas en el trabajo, que hayamos perdido el trabajo, que nuestro negocio no esté yendo bien o que hayamos tomado algunas malas decisiones financieras, los ahorros de emergencia nos brindarán una red de seguridad a la que recurrir para que podamos intentar volvernos a subir a la ola y salgamos de la recesión por nuestros propios medios (ya que, en mi opinión, un país con una elevada dependencia del "papá" Estado, que al final somos todos nosotros con nuestros impuestos, no puede prosperar).
Si es posible, intentar ahorrar alrededor de 3 a 6 meses de nuestro salario/sueldo, de modo que cuando la economía esté complicada (que ya lo está y cada vez más) y el dinero escasee, no tengamos que recurrir al crédito. Usar el crédito como una red de seguridad es un error que a menudo persigue a las personas durante años después del hecho que llevó a pedirlo. La mayoría de gente no prevé la realidad de que necesitarán un ingreso mayor del que tienen actualmente para pagar el dinero (más los intereses) que pidieron prestado durante la mala racha.
Los tiempos difíciles a veces duran más de lo que pensamos, por lo que las deudas pueden llegar a ser una losa terrible y muy difíciles de soportar. Dado que la mayoría de las personas están acostumbradas a vivir con todo su sueldo, no tienen nada extra para pagar estas deudas. Por lo tanto, tienen que aumentar sus ingresos o reducir significativamente su estilo de vida para poder pagar las deudas con su nivel de ingresos actual.
Lo más probable es que no ahorremos dinero en una recesión porque tendremos que ocuparnos de otros asuntos, por lo que es mejor comenzar a ahorrar antes de que llegue una recesión, o por lo menos, hacerlo antes de que llegue el peor momento de dicha recesión.
2. Establecer un presupuesto y pagar nuestras deudas es una buena decisión.
Llevar una carga de deudas es exactamente eso: una carga. Y, durante una recesión, cuando los trabajos escasean y el dinero escasea, esos altos pagos de las deudas solo agregarán más estrés a una situación que ya es estresante. Así que es hora de hacer un balance de nuestra situación financiera y de todas nuestras obligaciones de pago, y de hacer un plan para pagar nuestras deudas.
Durante una recesión puede ser difícil cubrir los gastos diarios, por no hablar de los pagos de las deudas, y esto puede hacer que nuestras deudas se salgan de control. Tener altos niveles de deudas es muy arriesgado, porque un ligero cambio en los factores externos podría afectar nuestra capacidad para pagarlas.
Si bien es posible que podamos administrar los pagos ahora, la pérdida de un empleo o un aumento de las tasas de interés (cosa que ahora mismo ya está pasando) combinado con los límites al crédito más estrictos de los bancos podrían empeorar la situación.
El primer paso para pagar con éxito nuestras deudas es establecer un presupuesto que refleje con precisión el dinero que ingresamos en nuestro hogar y dónde se supone que debe ir ese dinero. Si no estamos abordando nuestras deudas tan agresivamente como podríamos, o peor aún, estamos aumentando nuestras deudas, tener un presupuesto nos ayudará a identificar las áreas de gasto que podemos reducir para que una mayor parte del dinero pueda destinarse a pagarlas.
3. Reducir gastos y adoptar un estilo de vida más austero
Esto puede ser una gran estrategia, porque si podemos aprender a arreglárnoslas con menos, aumentaremos los ahorros y no tendremos que luchar para adaptarnos a un nuevo estilo de vida cuando llegue una recesión, las "vacas flacas".
Vivir de forma más austera no es tan difícil como parece y, contrariamente a la opinión popular, un estilo de vida austero no se trata de escatimar cada céntimo y privarse de las cosas que nos brindan alegría. Más bien, se trata de tomar decisiones de gasto conscientes que reduzcan nuestros gastos innecesarios o superficiales, con un impacto mínimo en nuestro estilo de vida.
Hay muchas maneras de comenzar a vivir de forma más austera. Por ejemplo, si nuestra familia tiene dos coches, consideremos reducirlos a uno (si es posible) y usar el transporte público en la medida en que podamos. Esta elección por sí sola podría ahorrarnos bastante dinero al año.
Si es necesario tener dos coches, considerar vender uno de los dos y sustituirlo por uno más más eficiente en combustible para ahorrar en el coste de la gasolina/diesel. También podríamos considerar reducir el tamaño de nuestra casa o apartamento, gastar más eficientemente en alimentos, fijándonos más en los precios en los distintos establecimientos, o por ejemplo cambiar el plan de telefonía móvil a uno más económico..
La clave es asegurarnos de que los recortes que estamos haciendo no sean demasiado extremos, o será difícil mantenerlos en el futuro. Aprender a arreglárselas con menos es la clave para vivir a prueba de recesiones.
4. Diversificar nuestros ingresos
La mayoría de nosotros estamos familiarizados con el dicho "no pongas todos los huevos en la misma cesta", y esto bien podría aplicarse a nuestra fuente de ingresos. Depender únicamente de un trabajo en particular para todos nuestros ingresos tiene un riesgo inherente, porque si la economía se estanca o empeora sustancialmente y perdemos nuestro trabajo, también perderemos nuestro único ingreso y nuestra capacidad para cumplir con todas nuestras obligaciones financieras.
Tener varias fuentes de ingresos realmente puede ayudar. Si una fuente de ingresos comienza a disminuir, o se elimina por completo, tendremos otras fuentes a las que recurrir para ayudarnos a mantenernos a flote.
Diversificar nuestros ingresos no implica necesariamente obtener un segundo trabajo; de hecho, si por ejemplo nuestra pareja trabaja en un sector diferente al nuestro, tendremos cierta diversidad de ingresos ahí mismo. Sin embargo, si deseamos generar más ingresos, podemos buscar muchas opciones diferentes, como alquilar una habitación en nuestra casa, alquilar un espacio en nuestro garaje, etc...
Si tenemos un horario bastante flexible, podemos considerar tener un trabajo de fin de semana, y si tenemos un conjunto de habilidades particularmente sólido o estamos desarrollando uno, podríamos buscar formas de sacar provecho de esas habilidades. Por ejemplo, si somos un buen escritor, podemos hacer artículos independientes y publicaciones de blog, y si somos astutos, podriamos vender nuestras creaciones. Sin embargo, no dejemos que estos ejemplos nos limiten. Cualquier habilidad o talento que tengamos podría convertirse potencialmente en una forma de obtener ingresos adicionales.
5. Diversificar nuestras inversiones
Además de diversificar nuestros ingresos, también es importante diversificar las inversiones (cuando existen).
Si tenemos la mayor parte de nuestro dinero invertido en inversiones bursátiles, por ejemplo, una recesión económica podría ser un desastre financiero si todo nuestro dinero está invertido en un solo tipo de inversión. Y es por eso que diversificar nuestras inversiones es clave.
Revisemos nuestra cartera de inversiones y asegurémonos de que nuestras inversiones estén distribuidas en diferentes ámbitos e incluso en diferentes tipos de activos para que cuando el mercado caiga, nuestras inversiones no se vean tan afectadas y las pérdidas no sean tan profundas.
Los bienes raíces, ya sea para comprar una casa, un condominio o incluso un terreno, son una inversión común que generalmente se aprecia con el tiempo. Invertir en acciones es otra manera de invertir. Los bonos, el oro, la plata, etc. Para ello deberemos ponernos en manos de alguien fiable que nos aconseje, un asesor financiero, que nos ayude, en función de nuestro perfil inversor y nuestras posibilidades, a que nuestro dinero genere ganancias o como mínimo, conserve su valor.
Además, si diversificarnos en otros países también puede ayudarnos a reducir nuestra vulnerabilidad ante una recesión económica.
En resumen, tener un fondo de emergencia, es decir, unos ahorrillos, aprender a adaptarse a un estilo de vida más austero y diversificar nuestras fuentes de ingresos e inversiones son solo algunos consejos útiles para ahorrar dinero que pueden ayudarnos a sobrevivir a una recesión.
Una recesión es algo que escapa a nuestro control, pero lo que podemos controlar es cómo nos preparamos para tiempos financieros difíciles. Tomar medidas de precaución para salvaguardar nuestras finanzas en el futuro puede marcar una gran diferencia. Cuando sabemos cómo protegernos a nosotros mismos y a nuestras finanzas de una recesión, una recesión en la economía ya no es algo a lo que temer tanto tanto. En cambio, podemos vivir en relativa paz sabiendo que, a pesar de que no podemos controlar el mundo, nuestras finanzas están bajo control y estamos listo para lo que se nos presente.
lo estamos intentando muchos créeme....😉
ya te digo, son de agradecer @diegolop 👍😉
en estos tiempos nunca están de más....
buenos consejos señor!!!! 😉