Hoy en día es algo así como un pueblo fantasma, que sin embargo es interresante de visitar, puesto que es un recuerdo de lo que era la vida en esta parte del mundo antes del auge de la era del petróleo.

Los espeluznantes restos de casas, escuelas, una mezquita e incluso sus mercados ya no son más que cascarones vacíos abandonados, el recuerdo de una época anterior a la opulencia y la riqeuza que trajo el petróleo, lo que dio lugar a una rápida urbanización de los Emiratos Árabes Unidos.

En otro tiempo fue un floreciente pueblo de pescadores dedicados al comercio de perlas, cuyo nombre en árabe se traduce como "Isla Roja" por el tipo de arena sobre la cual fue construido. Este pueblo fue el hogar de más de 4.000 habitantes y decenas de barcos pesqueros y comerciales, viviendo una expansión económica y social que continuó hasta bien entrado el siglo XX. Con el auge de Abu Dhabi, sus pobladores se fueron en masa a partir de la década de 1950 a una tierra que prometía buena fortuna y prosperidad. Para finales de los década de los 60 finalmente se convirtió en un pueblo fantasma.

Aun a día de hoy, este pueblo permanece abandonado y más o menos intacto, y mientras que en otras partes de la región del Golfo Pérsico, otros pueblos fueron reutilizados y nacieron nuevas ciudades, éste continúa en pie como uno de los mejores ejemplos de un pueblo "anterior al petróleo".

La mayoría de gente que lo visita (no está prohibido hacerlo) deambula mirando el interior de sus edificios, sus casas hechas de barro y roca coralina, sus puertas con diseños árabes, sus techos con hojas de palma tejidas..., quien sabe si esperando encontrar algo o imaginando cómo era la vida antes del lujo y la riqueza que trajo el petróleo.