Situado en la cuenca del río Jordán, el lago de Tiberíades y otros manatiales de cuyas aguas minerales se alimenta, es uno de los lugares más singulares del planeta, y como muchos sabrán, no se trata de un mar realmente, sino de un lago salado, que no tiene ninguna salida ni a otro río ni al mar.

La salinidad de este lago es 10 veces superior a la de los océanos debido a la altísima evaporación que sufren estas aguas (las temperaturas medias aqui son de 30ºC), sin embargo, sus aguas se considera que tienen innumerables beneficios terapéuticos, conocidas ya desde hace milenios. El tratamiento de estas aguas sobre el cuerpo sana dolencias musculares además de curar la piel, entre otros remedios.

Estas aguas tienen multitud de elementos químicos como el potasio, el magnesio, el bromo o el calcio, además de sulfatos, sodio o carbonatos, que son extraídos en la actualidad tanto por empresas jordanas como israelíes.

Este "Mar Muerto" en la antigüedad era llamado Lago Asfaltites, y el motivo es interesante, se le llamó asi debido a los depósitos de asfalto que aparecían en sus orillas, asfalto que se conocía entonces como "betún de Judea".

Sodoma y Gomorra, ciudades que se mencionan en los textos bíblicos, se indicaban situadas en las orillas de la zona sur de este lago o Mar Muerto. Aquí además se encontraron los 3.000 fragmentos de los famosos "Manuscritos del Mar Muerto" en unas cuevas cercanas al desierto de Judea que son de hace 2.000 años, hecho de una gran relevancia arqueológica e histórica.

Esta es la depresión geológica más profunda del planeta, creada creo por las presiones y movimientos de las placas tectónicas arábiga y la africana. El Mar Muerto está a 435 metros bajo el nivel del mar, tiene una superficie de 810 km², una profundidad máxima de 378 m y su densidad es de 1.24 kg/litro.

Una cosa muy curiosa es la relación del asfalto con la sal (son dos elementos que no tienen relación pero que frecuentemente aparecen asociados, de hecho, la sal, junto con el azufre a veces, se relaciona en muchas zonas del mundo con yacimientos de petróleo).

Los depósitos de estos materiales, la sal y el betún/asfalto fueron utilizados desde que se tiene conocimiento para distintos usos.

Ese alquitrán/betún fue usado para el engrase de los ejes de carros, para impermeabilizar fisuras en viviendas y almacenes de víveres, y para calafatear embarcaciones entro otros muchos usos (de hecho se le consideró una importante moneda de cambio, un recurso valioso). La sal, por su parte, fue durante siglos y siglos un conservante natural para los alimentos, lo que la hacía también muy valiosa...

Curioso, ¿verdad?