Quizá algunos ya lo sepan, pero para los que no, aquí van algunas curiosidades sobre una de las ciudades que más me gustan de Italia (con el permiso de Roma, Venecia y la preciosa Florencia), Bolonia.

A esta ciudad se la ha conocido por varios sobrenombres, la dotta (la docta), por su antiquísima Universidad, la rossa (la roja) por sus tejados rojos y la grassa (la gorda) y éste es porque no hay restaurante en la ciudad en el que no puedan dar buena cuenta de la famosa pasta fresca a la bolognesa (como la conocemos en España), pero ojo, ni se les ocurra preguntarles allí por la salsa a la bolognesa, allí se la conoce como ragu (a mi me pusieron la primera y única vez que lo mencioné una cara muy rara, casi de ofendidos).

Otra cosa, no pueden dejar la ciudad sin probar su mortadela, que posiblemente sea el embutido de origen italiano más conocido. Por lo visto, su nombre, según los eruditos, puede derivarse de la expresión latina 'farcinem murtatum' o 'myrtatum', que hacía alusión al relleno de un cierto tipo de embutidos entre cuyos ingredientes figuraban las bayas de mirto (antiguamente se utilizaba este producto para aromatizarlo, de donde habría derivado el nombre mortadela).

Para quien no lo sepa, la mortadela se elabora, en principio, a base de carne magra de cerdo picada, mechada con tiras de tocino. Lo normal era ( y sigue siendo) mezclar carne de cerdo con carne de vacuno. El tocino sirve, sobre todo, para compensar la natural sequedad de esta última.

Conviene saber que está autorizado el uso de un cierto % de carne de caballo en la confección de la mortadela, además de toda una serie de aditivos. La mejor mortadela, según dicen, es la que sólo contiene cerdo, y está marcada con la letra 'S' (de suino); la 'SB' es la de cerdo y vacuno, la 'SE' de cerdo y caballo y la 'EB' de caballo y vacuno, La grasa es siempre de cerdo.

!A probarla!