Hace unos años lo probé en Japón, en el distrito Akihabara de Tokio. Tenía como 30 cm de largo y estaba coloreado con un "polvo de carbón de bambú comestible" si no recuerdo mal, y la verdad es que me pareció muy curioso.

Por entonces lo llamaban Black Terra Hot Dog (no sé si se sigue haciendo), y si, es un perrito caliente completamente negro, no tiene muy buena pinta, pero la realidad es que su sabor no me pareció muy diferente al de cualquier otro perrito. 

Esto me llevó a preguntarme: ¿por qué los llaman perritos calientes? y la historia es curiosa.

Sus orígenes se sitúan en Alemania, cuna de las salchichas. Hacia finales de la década de 1880 éstas llegan a los Estados Unidos gracias a la inmigración alemana.

Denominadas dachshund sausages, debido a su forma parecida a un perro salchicha, se hicieron hueco rápidamente en multitud de carnicerías y fábricas, gracias a su reducido coste y buen sabor.

Algunos piensan que empezaron a hacerse populares en los partidos de béisbol, cuando un tal Harry Mozley Stevens, vendedor de comida en los partidos, apostó por cambiar el carrito de helados por el carrito de perritos calientes. Mozley los vendía al grito de: “¡Aquí están las rojas calentitas, adquiera un ‘dachshund’ (perro salchicha) mientras estén calientes!”.

Para inicios de 1900, ya se habían puesto de moda, y su consagración llegaría cuando un periodista deportivo publicó una columna parodiando la manera en que Mozley promocionaba los perritos calientes, bautizando este producto en su publicación como ‘hot dog’ (perritos calientes), al no saber escribir el nombre en alemán.

Otros dicen que la demonicación hot dog llegó de la mano de un humorista de viñetas, un tal Tad Dorgan, cuando escuchaba a los vendedores ambulantes decir they’re red hot!, que sus ¡dachshund sausages estaban al rojo vivo!, viniéndosele a la cabeza la idea de un perro salchicha metido entre dos panecillos. Reflejó esta idea en sus tiras cómicas y tal fue la expectación que creó con el nombre hot dog que éste se propagó rápidamente por todos aquellos lugares donde se comercializaban.

En fin sea cual sea su origen, no cabe duda de que están riquísimos, aunque no es que vayan muy bien con eso de mantener la línea  :)