Para quien no conozca este lugar, para mí es, sin duda, uno de los lugares más maravillosos de la Costa Brava, en la provincia de Gerona (Cataluña,España). Situado en la comarca del Baix Empordà (la zona que se conoce como el Empordanet), es un pueblo con un encanto increíble, con un casco antiguo con múltiples monumentos como como el pequeño núcleo románico de Esclanyà, o sus ocho calas y pequeñas playas (las calas son espectaculares, se los aseguro: Sa Tuna, Sa Riera...).

Son muy interesantes de ver su castillo medieval, que corona el municipio (es en realidad un pueblo interior situado en un entorno de colinas boscosas culminado en lo alto por el emplazamiento del citado castillo, en cuyo ascenso para visitarlo podrán ver bonitos rincones con casas de piedra, pero también con fachadas pintadas con llamativos colores), así como las pintorescas casas señoriales de indianos (edificios de estilo colonial, construidos por begurenses que el siglo XIX emigraron a "las Américas" huyendo de la crisis económica del momento, y que regresaron posteriormente con una importante fortuna).

Son también de destacar las torres de defensa del siglo XVI (testigos de un tiempo en que los piratas navegaban por el Mediterráneo y construidas por los begurenses como medio de refugio contra sus asaltos), la iglesia (edificio de estilo gótico dedicado a San Pedro) u otros edificios históricos como el Casino Cultural o las Escuelas Viejas.

Aquí, la media de temperaturas es templada por su situación frente al mar, teniendo los meses de enero más cálidos de Cataluña (unos 11°C de media) y un agosto relativamente fresco (unos 24°C de media). Sólo se consideran áridos los meses de julio y agosto. El período con probabilidad de heladas queda comprendido entre los meses de noviembre y marzo.

Un lugar que no hay que perderse al visitar este lugar es Esclanyà. Este pueblo, que forma parte del término municipal de Begur, se estructura en torno a la iglesia de San Esteban de Esclanyà, que contiene elementos propios de diferentes épocas del románico desde el siglo X. Su castillo, conocido popularmente como la torre de Esclanyà, es una edificación del siglo XIV. Tradicionalmente, la economía de Esclanyà se basóen el cultivo de la vid y los olivos, y su principal actividad industrial fue la producción de azulejos.