Pues no, no son caniches, son gallinas, concretamente las conocidas como Gallinas Sedosas japonesas, y son de lo más pintorescas,ya que son como peludas.

Parece que las primeras noticias acerca de este tipo de gallinas datan del s. XIII y ya lo relató Marco Polo: en Quelifú (en el sur de China), existía una clase de gallina doméstica que tenía la piel como cubierta de pelos, como los gatos.

El origen es incierto no obstante, podrían proceder también de India o Japón.

Su llegada a Europa se inició en el s. XVIII (por entonces eran vendidas como cruces entre conejos y gallinas), y habitan normalmente en zonas de matorral cercanas a cultivos. Normalmente pesan entre 800gr y 1,5kg, viven de 10 a 15 años y las hembras ponen de 9 a 15 huevos (incubación de 19-21 días).

No pueden volar, así que se pueden criar en zonas delimitadas con un vallado bajo.

Las gallinas de esta raza, con piel y huesos negros, se consideran un manjar en China, donde se cree que la harina de huesos tiene propiedades curativas especiales. (Cómo no...)

Pueden ser domesticadas y se consideran una auténtica mascota, especialmente adecuadas para los niños, ya que son aves tranquilas, amables, de confianza y alegres, y dañarán muy poco ell jardín.