La ciudad vieja amurallada de Cartagena de Indias, joya colonial ubicada en la costa caribeña de Colombia, es un crisol de historia y cultura.

Fundada en 1533 por Pedro de Heredia, Cartagena de Indias se convirtió en una pieza clave del imperio español en América. Su estratégica ubicación la convirtió en un punto de clave para el comercio y la defensa de las posesiones españolas en el Caribe. Sin embargo, su historia está marcada también por episodios de asedios piratas y batallas navales. Sus impresionantes murallas defensivas, como la icónica muralla de diez kilómetros que rodea la ciudad, son testigos mudos de estos tiempos tumultuosos.

Cada calle de Cartagena de Indias es una obra maestra arquitectónica. Los floridos balcones de madera tallada y las fachadas de colores brillantes enmarcan sus calles empedradas. La Casa de la Moneda, que ahora alberga un museo numismático, es un ejemplo perfecto de la elegancia colonial. La Casa de Rafael Núñez, hogar del expresidente colombiano, te transporta en el tiempo con su arquitectura y sus jardines exquisitos.

Tienen que visitar también la Plaza de Bolívar, centro neurálgico de la ciudad que alberga monumentos y edificios históricos como la imponente Catedral Metropolitana, que combina elementos de estilos arquitectónicos de diferentes épocas. El Palacio de la Inquisición, construido en 1770 en estilo colonial y barroco y que en 1940 se convertiría en la sede del Museo Histórico de Cartagena. Por último, tampoco se pueden perder el Castillo de San Felipe de Barajas, una fortaleza impenetrable que protegía la ciudad de los ataques.

No olviden ir en bote a la Isla de Barú, con sus playas de arena blanca y palmeras,  o a las Islas del Rosario, famosas por sus arrecifes de coral.

Si bien Cartagena de Indias ofrece un clima cálido durante todo el año, la temporada ideal para visitarla suele ser de diciembre a marzo. Durante este período, las temperaturas son más suaves y hay menos lluvias, lo que permite disfrutar mejor de las playas y explorar la ciudad sin las altas temperaturas del verano. Además, este período coincide con festivales culturales significativos, como el Festival Internacional de Música y el Festival de Cine, que agregan un toque especial a la experiencia.

Este hermoso lugar, con su rica historia que se manifiesta en sus murallas y edificaciones coloniales, su arquitectura cautivadora y su ambiente vibrante, se erige como un destino que te invita a sumergirte en la historia y la cultura hispanoamericana.

Los asedios piratas y batallas navales en Cartagena de Indias

Cartagena de Indias sufrió varios asedios piratas y ataques de otras potencias coloniales a lo largo de su historia, algunos de los cuales dejaron una marca indeleble en la ciudad:

Ataques de Francis Drake (1586): El corsario inglés Francis Drake asaltó la ciudad en 1586, saqueando y quemando parte de la urbe. Aunque logró tomar el Castillo de San Felipe de Barajas, no pudo conquistar la ciudad amurallada debido a la resistencia de sus habitantes y la falta de suministros. Este episodio llevó a los habitantes a reforzar las defensas y a mejorar la fortificación de la ciudad.

Sitio de Edward Vernon (1741): La Batalla de Cartagena de Indias en 1741 fue un evento crucial durante la Guerra del Asiento. La flota británica, bajo el mando del almirante Edward Vernon, se enfrentó a las defensas españolas en un intento por capturar la estratégica ciudad de Cartagena.

La flota británica estaba compuesta por alrededor de 186 barcos y más de 27.000 soldados y marineros, mientras que las defensas españolas y coloniales contaban con alrededor de 3.000 soldados regulares y milicias locales, además de una serie de fortificaciones.

A pesar de la superioridad numérica británica, la ciudad estaba bien fortificada y contaba con una fuerza defensiva sólida dirigida por el comandante Blas de Lezo. Las defensas de Cartagena incluían fuertes estratégicamente ubicados, cadenas para bloquear el acceso a la bahía y la astucia táctica del comandante español.

La batalla fue feroz y duró más de dos meses, del 13 de marzo al 20 de mayo de 1741. Las condiciones climáticas tropicales, como el calor sofocante y las enfermedades como la disentería y la fiebre amarilla, afectaron severamente a las tropas británicas, causando un alto número de bajas y debilitando su capacidad para continuar el asedio.

Finalmente, los británicos se vieron obligados a retirarse después de sufrir enormes pérdidas humanas y materiales. Fue una victoria significativa para España, y la defensa de Cartagena bajo el liderazgo de Blas de Lezo se convirtió en un símbolo de resistencia y coraje en la historia naval.

La Batalla del Cabo de San Vicente (1780): esta batalla fue otro enfrentamiento importante en la región. La flota británica, liderada por el almirante Rodney, atacó y capturó un convoy español cerca de Cartagena. Aunque esta batalla no tuvo el mismo impacto histórico que la Batalla de 1741, fue un episodio relevante durante la Guerra Anglo-Española.

Estos eventos marcaron la historia de Cartagena de Indias y su importancia estratégica en el contexto de las potencias coloniales de la época. Estos asedios no solo representaron momentos de amenaza para Cartagena de Indias, sino que también jugaron un papel crucial en el desarrollo y fortificación de sus defensas. Las murallas y fortificaciones que hoy en día se pueden ver en la ciudad son testigos de estos eventos históricos y de la determinación de sus habitantes por proteger su hogar de los invasores.