El cacao se ha cultivado y consumido durante miles de años, y el proceso de hacer chocolate ha evolucionado a lo largo de la historia. El descubrimiento y la evolución del chocolate involucran diversas culturas y civilizaciones a lo largo del tiempo.

Los pueblos mesoamericanos, como los aztecas y los mayas, fueron algunos de los primeros en cultivar y consumir cacao en forma de bebida. Preparaban una bebida espesa y amarga llamada "chocolatl" que estaba hecha de cacao, agua, chiles y otros ingredientes. El cacao era considerado un alimento de los dioses y se usaba en ceremonias religiosas.

El chocolate tal como lo conocemos hoy en forma de tabletas y barras, es el resultado de la transformación que ocurrió en Europa después de la llegada de cacao desde el Nuevo Mundo. Los europeos, en particular los españoles, comenzaron a experimentar con el cacao y a agregar azúcar y leche para hacerlo más agradable al paladar. La mezcla del cacao con estos ingredientes marcó el inicio de la evolución hacia el chocolate que conocemos hoy.

A lo largo de los siglos, la tecnología y las técnicas de producción del chocolate han avanzado considerablemente, lo que ha dado lugar a una variedad de productos de chocolate. Por lo tanto, no se puede atribuir el descubrimiento del chocolate a una sola persona o cultura, ya que es el resultado de la acumulación de conocimientos y prácticas a lo largo de la historia.

El proceso de fabricación del chocolate es una maravillosa mezcla de arte y ciencia que comienza con las semillas de cacao y culmina en la creación de un producto que deleita los sentidos de millones de personas en todo el mundo.

Cómo se hace el chocolate

El viaje del chocolate comienza en las regiones tropicales de América, África y Asia, donde los agricultores cultivan el cacao en plantaciones que requieren un clima cálido y húmedo. El cacao se cultiva a partir de semillas o plántulas y necesita cuidadosa atención, incluida la poda de árboles y la protección contra plagas.

La cosecha de cacao es un proceso manual en el que los agricultores recolectan las vainas maduras de los árboles. Una vez recolectadas, las vainas se abren y las semillas, cubiertas de pulpa, se extraen. Estas semillas se colocan en contenedores para fermentar durante unos días. La fermentación es crucial para eliminar sabores no deseados y desarrollar el perfil de sabor característico del cacao.

Después de la fermentación, las semillas de cacao se extienden al sol para secarse. Una vez secas, se tuestan para realzar sus sabores y aromas. El tostado es un proceso delicado en el que se busca la combinación perfecta de tiempo y temperatura para lograr el resultado deseado.

Las semillas de cacao tostadas se trituran para obtener un líquido espeso conocido como licor de cacao. Luego, este licor se muele hasta obtener una pasta llamada masa de cacao. El proceso de trituración y molienda es esencial para reducir el tamaño de partícula y liberar los sabores y grasas del cacao.

La masa de cacao obtenida en el paso anterior se prensa para extraer la manteca de cacao. Esta manteca de cacao es valiosa y se utiliza en la fabricación de productos de cuidado de la piel, así como en algunos tipos de chocolate.

La masa de cacao se mezcla con otros ingredientes, como azúcar y leche en polvo, en proporciones específicas. Luego, se refina mediante un proceso de conchado, que involucra calentar y mezclar para mejorar la textura y el sabor.

El chocolate líquido se enfría y se moldea en barras, tabletas u otras formas. El templado es un proceso que le da al chocolate su brillo y textura suave, evitando la formación de cristales de grasa no deseados.

Finalmente, el chocolate se envasa y se distribuye a tiendas y consumidores en todo el mundo.