Ubicada en el Líbano, esta impresionante y curiosa cascada fue descubierta al mundo occidental en 1952 por el bio-espeleólogo francés Henri Coiffait.
La cascada cae 255 metros (ahí es nada) en el pozo de Baatara, una cueva de caliza del jurásico, también conocida como la "Cueva de los Tres Puentes" (se le conoce por este nombre porque el viaje al valle inferior presenta 3 puentes de formación natural, cada uno elevándose por encima del de abajo).
No hay nada que marque la cascada Baatara y el abismo, excepto un cartel que indica a los visitantes de forma muy estricta que no deben acercarse demasiado al borde, ya que es deslizante y una caída podría conducir a una muerte casi segura.
Del mismo modo, caminar sobre el puente central está prohibido, ya que habría peligro de derrumbarse con el peso adicional de un turista desprevenido...
que preciosidad