Creado por el artista y activista estadounidense Larry Harvey, este evento/experiencia artística arrancó en 1986, en Baker Beach (San Francisco) contando con tan sólo 12 asistentes y consistiendo únicamente en la quema de la efigie de un hombre a modo de celebración del solsticio de verano.
Cuatro años más tarde, cuando ya reunía algo menos de 1.000 asistentes, cambió la playa californiana por el desierto de Nevada.
Hoy en día, el Burning Man (entradas a unos 400 € por persona), reúne en el desierto de Black Rock (Nevada) a aproximadamente 70.000 personas (casi 1/4 parte de fuera de los Estados Unidos) durante 9 intensos días de arte, ecología, música, ocio y extravagante innovación.
En mitad de la nada, se levanta en unos días una ciudad temporal, Black Rock City, con sus calles y avenidas dispuestas en un gigantesco semicírculo en torno a la figura antropomorfa destinada a ser pasto de las llamas durante la clausura del evento., entre lo hippie y lo steampunk...
Por lo visto, los miembros de la red de eventos hermanos del Burning Man han de comprometerse a cumplir una lista de 10 principios básicos: Inclusión radical, Cultura del regalo, Desmercantilización, Autosuficiencia radical, Autoexpresión radical, Esfuerzo comunal, Responsabilidad cívica, No dejar rastro de basura, Participación, Inmediatez...
brutal!!!! 😜
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