Conocida como fugazetta, es un plato enormemente popular en Argentina, aunque sus raíces, según tengo entendido, se sitúan en Génova, al norte de Italia.

La historia de esta delicia nos lleva al año 1893, cuando llegó a la capital argentina un inmigrante genovés llamado Agustín Banchero, quien se instaló, como muchos de sus compatriotas a su llegada a Argentina, en el barrio de La Boca, al sur de Buenos Aires.

Banchero abrió una panadería llamada Riachuelo, junto a su hijo Juan Banchero. Es en ese lugar donde habría surgido esta variedad de pizza, típica de Buenos Aires desde entonces, llamada fugazza con queso (palabra derivada del genovés "fugassa", una especie de focaccia) -el queso se le añadió para que no estuviera tan seca-.

Teniendo como ingrediente principal la cebolla y el queso, mucho mucho queso, parece ser que la fugazetta fue creada por Juan Banchero (Pizzería Banchero), un día que cortó por el medio una pizza de cebolla, la rellenó de queso y la dobló sobre sí misma (lleva tanto queso como gruesa es la masa).

En realidad para mi es un poco confuso, porque hay varios términos, y pido disculpas si me estoy equivocando (agradecería si alguien me lo aclara dado el caso), pero lo que he podido averiguar es que hay 3 tipos parecidos:

• Fugazza: es una pizza de base sencilla con cebolla y un poco de parmesano, pero sin mozzarella.
• Fugazza con queso: lo mismo que la fugazza, pero además lleva mozzarella.
• Fugazzeta: que es una pizza rellena de mozzarella. Sobre la masa se pone la mozzarella, se cubre de nuevo con masa, como si fuese una empanada, y sobre esta se coloca la cebolla y parmesano (es decir, básicamente se coloca el queso entre los dos discos de masa de pizza, a modo de relleno, sobre el cual se agregan la cebolla, el orégano, el aceite de oliva y en ocasiones jamón).

Si tienen la oportunidad de probar una fugazetta se los recomiendo, eso sí, después a machacarse la gimnasio porque de calorías no anda escasa jijiji...