Para quien no la conozca, es un espectacular sendero que casi llega a alcanzar los 2.000 metros de altura, y que discurre entre volcanes extintos, en la isla canaria de La Palma (España).

El paisaje en este lugar, combinado con el apacible clima canario, sin duda hacen de esta ruta una actividad obligada si llegan hasta este pequeño y bonito rincón del Atlántico.

En su día fue una importante vía de comunicación entre comarcas palmeras. Este camino, acondicionado y señalado, transcurre a través de los municipios de El Paso, Mazo y Fuencaliente, dentro del Parque Natural de Cumbre Vieja.

El sendero comienza en el Refugio del Pilar, enlazando cráter con cráter a través de un paisaje tortuoso. 

Esta ruta no es difícil, pero la caminata es larga y hay que estar en buena condición física. Tiene una longitud aproximada de 22 kilómetros, con un desnivel de unos 1.200 metros. Su recorrido natural oscila entre los 725 metros de altitud mínima en Fuencaliente y los 1.932 metros máximos que se alcanzan en la cresta de la cumbre.

El primer cráter por el que se pasa es el del Birigoyo, a algo más de 1.700 metros de altitud, y La Falla. Es el tramo más abrupto, pero cuando lo coronas, puedes disfrutar de unas impresionantes vistas.  

Al Norte, se divisa la el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, con el conocido Roque de los Muchachos (a 2.426 metros de altitud).

Al Sur, si el día está despejado, podremos ver las islas de La Gomera. El Hierro y Tenerife.

Luego pasamos por el volcán Nambroque, y un nuevo ascenso hasta llegar al cráter de San Juan, también conocido como Hoyo Negro. Pasaremos por distintos tramos: Lavas Duraznero, Las Deseadas, Llano Guanches, Volcán Martin, Montaña del Fuego...

Finalmente, Fuencaliente es el punto final de esta ecursión que recomiendo a todos aquellos a los que les guste el senderismo y salir de excursión por la naturaleza.