Todos hemos oído hablar de los piratas, ya sea a través del cine, de los libros de aventuras o de historia, etc.

No sé si sabían que para la piratería se utilizaban barcos ligeros y de gran maniobrabilidad, poco armados normalmente, en comparación con los galeones españoles o portugueses, pero mucho más rápidos (no era habitual eso que tanto hemos visto en el cine, los grandes navíos llenos de cañones tanto a babor como a estribor).

En caso de haber problemas, los navíos piratas debían poder huir rápidamente, incluso hacia aguas poco profundas, donde los buques más grandes no podían seguirlos.

Cuando los piratas atacaban, los ataques debían ser "relámpago", es decir, muy rápidos y por sorpresa, intentando el abordaje inmediato al navío atacado y luchar en cubierta cuerpo a cuerpo, de hecho, algo que me sorprendió es que los piratas apenas utilizaban la artillería, y la que usaban era de un calibre muy inferior a la de los galeones p.e.

En cuanto a las armas de fuego que usaban normalmente, destacaban los mosquetes, trabucos, arcabucillos, sin olvidar los grandes cañones, y otros de dimensiones reducidas, como la culebrina o el falconete, mortales para el asalto y abordaje.

Un arma curiosa también utilizada en los abordajes era la granada, un cilindro o esfera metálica hueca y rellena de pólvora prensada y perdigones, con una mecha empapada con brea (también era habitual que este arma estuviera hecha a base de recipientes de barro rellenos de alquitrán y trapos, que funcionaban a modo de bomba incendiaria, formando una espesa cortina de humo).

Por supuesto, cómo no imaginar a un pirata sin una espada o cuchillo. El arma blanca más utilizada era la espada, en sus diferentes variantes: machete, sable de abordaje, daga, etc... Algo que yo no sabía es que, en los abordajes, para trepar por los costados del barco asaltado, y también en las peleas sobre cubierta, el arma preferida era lo que ellos llamaban el hacha de abordaje.

En cuanto a los cañones, no hay película de piratas que se precie donde los cañones no jugasen un papel esencial. Sin embargo, disparar estas armas no era tan fácil como pudiera pensarse, exigía una gran disciplina (hasta los equipos artilleros mejor entrenados precisaban entre 2 y 5 minutos para volver a cargar y disparar).

Todo tenía se estrategia. Hundir un barco a cañonazos no era fácil y, en cualquier caso, no era el objetivo de los piratas, puesto que no puede robarse nada de un barco hundido. Con los disparons de cañón perseguían otros fines: el impacto de las bolas de hierro dentro de los cascos de un barco creaba un torbellino de astillas mortales para los marineros que allí estuvieran.

También se utilizaban las balas de cadena o encadenadas, es decir, dos balas unidas por una cadena y lanzadas hacia arriba para romper velas y mástiles y así impedir la huída del barco atacado.

La pistola fue el arma de fuego favorita de los piratas en los abordajes, debido a que era ligera y resistente, sin embargo, el ambiente marino a veces humedecía la pólvora y la pistola fallaba con frecuencia, además de que la mayoría de veces servia sólo para realizar un único disparo.

En las películas de piratas rara vez lo hemos visto, pero volver a cargar las pistolas era tan lento que nadie solía hacerlo (muchos solían llevar varias pistolas de hecho) y, tras el primer disparo, utilizaban la dura culata a modo de porra.

Para disparos a mayor distancia, justo antes de un abordaje, se utilizaba el trabuco, de dimensiones algo mayores, pero con una potencia de fuego y alcance muy superior al de una pistola.

En cuanto al símbolo por excelencia de la piratería, la Bandera Pirata, tiene sus origenes a inicios el siglo XVIII, cuando los piratas comenzaron a utilizar pabellones característicos con los que identificarse. Las banderas más antiguas solían ser de color rojo o negro. Los símbolos del terror como calaveras, huesos, armas, etc. eran para provocar el terror en las víctimas. El objetivo era causar tanto miedo que obtuvieran la rendición sin entablar combate.

A las banderas piratas se le conocía con el nombre de “Jolly Roger”, y el origen de este nombre pudo venir del francés: “Joli Rouge”, que significa algo así como "bonito rojo", en alusión a las primeras banderas que solían ser de color sangre, y que terminó degenerando en inglés en "Jolly Roger".

Ese color rojo sangre simbolizaba que los piratas no iban a tener piedad en la batalla si esta se producía.

En cuanto a la dieta habitual de los piratas, cosa que yo desconocía totalmente, y aunque parezca mentira, estaba compuesta fundamentalmente por carnes, generalmente de res y cerdo, que solían preparar los bucaneros, expertos cazadores y ahumadores. Los piratas preferían las comidas pesadas, como el ragout de buey o el cerdo salvaje y el salmigondis, estofado de una mezcla de carnes y verduras, muy condimentado.

Esto es muy curioso: para las largas travesías se alimentaban de carne de tortuga, que mantenían vivas en los barcos, colocándolas patas arriba y regándolas frecuentemente con agua de mar.

La bebida habitual de los piratas era el ron (cómo no), que en muchas ocasiones rebajaban con agua y denominaban "grog".

Las bebidas tipo cerveza, brandy o el propio ron las conseguían mediante intercambios de su botín con cargamentos de barcos que comerciaban con ellos, especialmente en la isla de Tortuga.

Paradójicamente, la mayoría de los piratas eran hombres creyentes, y era habitual que rezaran al empezar las comidas. Antes del combate, los piratas solían pedirle a Dios éxito en su empresa, aunque otros, como el legendario Barbanegra, afirmaban haber realizado un pacto con el Diablo.

En los combates, luchaban salvajemente, sabiendo que sí eran hechos prisioneros acabarían en la horca. Usaban armas contundentes y pesadas como sables, picas, hachas y otras, provocando verdaderas carnicerías.

Los piratas heridos durante el combate eran atendidos por un cirujano-barbero, que tenía toda tripulación; sus heridas eran desinfectadas con alcohol y los miembros amenazados por la gangrena eran amputados con una sierra de carpintero.

La mayoría de las veces la vida de los piratas solía terminar muy pronto, bien con la mutilación, la muerte o la pobreza.

En cuanto a la vestimenta que solían llevar, no era de un estilo en concreto, pero sí es cierto que solían usar jubón, camisa y calzas; las botas les llegaban a medio muslo y estas prendas eran acompañadas por armas como la espada, el mosquete cruzado en bandolera, pistolas, puñal al cinto...

Normalmente la ropa, calzado y demás vestimenta que usaban se las habían robado a sus víctimas.

En zonas tropicales y cálidas, llevaban muy poca ropa, y era habitual el uso de pañuelos, al cuello y en la cabeza, para paliar el sudor. El sombrero era de uso generalizado.

El fin de la piratería llegó, en gran medida, con la firma del Tratado de Utrecht (acuerdos firmados entre 1713 y 1715). Las acciones de los filibusteros, bucaneros, corsarios y piratas van siendo cada vez menos comunes, aunque nunca desaparecieron del todo de los mares del mundo. A partir de este momento, la edad de oro de la piratería llegaría a su fin.

Las naciones hegemónicas ya no concederían “patentes de corso” y así, los corsarios se conviertieron en meros ladrones del mar. Ya no los necesitaban, y ahora serían perseguidos por todos los gobiernos del mundo y estarían marcados para siempre...