Ubicada en la bella Granada (Andalucía, España) y Patrimonio de la Humanidad, es uno de los monumentos más visitados del mundo (por lo menos lo era antes de toda esta locura del coronavirus), y la atracción que ejerce sobre todos aquellos que que llegan a tierras españolas es innegable.

Yo la he visitado en varias ocasiones, unas veces con familiares, otras con amigos, etc, y me pareció buena idea publicar esta historia en la que expondré diversas curiosidades (que muchos desconocerán posiblemente) de esta maravilla, el conjunto más importante de arquitectura militar y palatina del periodo nazarí, que ha sido además fuente inagotable de inspiración para artistas y escritores de toda condición a lo largo de la historia.

Para empezar, su nombre, Al-hambra, muchos sabrán que significa "fortaleza roja" en árabe, y yo siempre pensé que se debía al color de sus muros en determinadas condiciones de luz solar, pero la verdad es que hay diversas teorías acerca de esta cuestión. Algunos postulan que fue llamada así debido al terreno arcilloso donde fue levantada, otros que fue llamada así en honor a su fundador, Muhammad I, al que llamaban "el rojo"  (el 1º de los 23 sultanes que vivió en ella). Por último, los hay también que abogan por la posibilidad de que fuera así llamada porque fue construída de noche a la luz de las antorchas. Desconozco el motivo real, pero su belleza es espectacular.

Fue levantada en un enclave seco y pedregoso, para convertirse en un auténtico vergel para el disfrute de los sultanes, sus familias y sus harenes. Las obras empezaron en el s.XIII y cualquiera que la haya visitado y contemplado, puede imaginarse cómo debió ser en su máximo apogeo, un vergel con jazmines, rosaledas, cipreses, árboles frutales, etc, así como una importante obra de canalización del río Darro para regar el conjunto arquitectónico.

Para quien la haya visitado, deben saber que la Puerta de la Justicia, el acceso a la Alhambra construído en 1348, fue la sede del tribunal que juzgaba los asuntos del pueblo, gobernado por entonces por Yusuf I. La llave y la mano, dos símbolos de la ley mahometana, están tallados en sus muros.

Hoy puede verse en el conjunto tanto la influencia árabe como la cristiana, y de esta última podemos ver un palacio renacentista con un patio interior circular y que alberga un Museo de Arte Nazarí (es uno de los primeros edificios que podemos ver al entrar) y que comenzó a construir Carlos V en 1526, ya que quedó prendado del monumento. Este palacio presenta columnas de estilos dórico y jónico así como frisos de cabeza de toro de inspiración grecorromana.

Este impresionante monumento fue fortaleza antes que palacio, y su parte mas antigua, que data del s.IX, lo forma una impresionante red de galerías y pasadizos subterráneos, que posteriormente fue un cuartel de soldados.

En la Alhambra todo estaba pensado para que personas de distintas clases o estamentos no se cruzaran, por decirlo así, es decir, por ejemplo, los palacios de Comares y el de los Leones eran para los príncipes, mientras que por ejemplo, el Palacio de Mexuar era para la "parte administrativa" nazarí.

Parece ser que en el patio del palacio se realizaban las reuniones de ministros y allí era donde el sultán escuchaba a sus súbditos e impartía justicia. Más tarde los funcionarios rubricaban sus dictados en el Cuarto Dorado, una sala anexa de techo de madera tallada.

El Patio de los Arrayanes, el más grande de todos, con su alberca de 30 metros de largo y sus columnas y suelos de mármol, tiene otra particularidad, y es que sus adornos de cerámica y zócalos están decorados con una pigmentación cuya fórmula aún no ha sido descubierta a día de hoy por lo que parece.

Todos conocen el Patio de los Leones (quizá sea el más emblemático de la Alhambra) que es una legoría del paraíso, no en vano, a su alrededor se encontraban, entre otras estancias, las del harén del sultán. Este patio se divide en 4 partes separadas por canales que vierten sus aguas en la fuente central, guardada por 12 leones surtidores.

Otras estancias fueron concebidas para impresionar a las visitas (o por lo menos es lo nos parece a todos los que las hemos visto), es el caso por ejemplo de la Sala de los Reyes (hasta esta sala traían a los embajadores extranjeros que el rey recibía sentado en mullidos cojines).

Una de las salas más hermosas, la Sala de las Dos Hermanas, se llaman así, según algunos, porque en ella habitaban dos hermosas moras, mientras otros dicen que ese nombre se debe a las grandes losas gemelas de alabastro que cubren el suelo. En su día estuvo decorada, parece ser, con muebles fabricados en maderas exóticas, tapices de telas traídas de los mejores puertos del Mediterráneo y vidrieras que cerraban las balconadas que se asoman a los jardines.

Una de las historias más tétricas de la Alhambra es la de la fuente de la que manaba sangre. Según parece, en la Sala de los Abencerrajes, y después de que una poderosa familia se enfrentase al último rey de Granada, Boabdil, se cuenta que sus miembros más ilustres fueron pasados a cuchillo cuando Boabdil supo que uno de ellos era amante de su esposa, y que, durante un tiempo, de sus fuentes brotó sangre; hoy el agua rojiza es fruto de sustancias ferrosas.

La Torre de Comares es una obra maestra de la carpintería nazarí, donde figuran los 7 firmamentos que según la doctrina islámica debe recorrer el alma del creyente hasta llegar al octavo, donde reside Alá. 

En un lateral, esta torre tenía un balcón secreto desde le cual el escritor norteamericano Washington Irving, contemplaba las estrellas, en su época en la que estuvo viviendo en la Alhambra, en su segundo viaje a Granada, allá por 1829 (es el autor de los recomendables "Cuentos de la Alhambra", que les acopnsejo leer).

Los Baños de la Alhambra, al servicio exclusivo del sultán, su familia y sus invitados, fueron construidos en tiempos de Yusuf I siguiendo el modelo de las termas romanas: con una sala de agua fría, templada y otra de vapor (una especie de spa de la época, :)).

En las épocas de mucho calor, los sultanes se trasladaban junto a su familia al Palacio y los Jardines del Generalife, con sus varias terrazas, patios, fuentes y estanques. El mayor de todos es el Patio de la Acequia, perfumado por rosales, naranjos y plantas aromáticas.

Los Jardines del Generalife son una maravilla de ingeniería civil. Creados en el s. XIV, eran el lugar de retiro y de esparcimiento de los sultanes granadinos, y se trajo el agua del río Darro por acequias y aljibes para regar su vegetación. Todavía conserva los cipreses que sombreaban a los sultanes...

Sin duda una visita obligada en la hermosa Granada.