La playa del Señor Ramón, playa poco accesible de la Costa Brava en el Baix Empordà...Bajar hasta su arena de color ocre claro de granos pequeños , aguas transparentes y azul en diversos tonos...Al pisar la arena tras la inclinación del terreno es como encontrarse en una gran ciudad mirando constantemente lo que te rodea, belleza exuberante del paisaje y bien tratado con una ligera brisa matinal.Sorprende la colocación de los bañistas, bien distribuidos dejando un espacio de confort, un silencio abrumador roto por el cosquilleo del agua contra las pequeñas rocas lisas de la orilla.

De todos los lugares, un observador nato ve en ello la diversidad del entorno, en paz, en equilibrio, nadie resalta, nadie sobra pero tampoco falta.Bañistas naturistas, textiles, con sombrilla o sin ella, pequeñas neveras de refrescos y pequeños recipientes de comida ligera.Al pasar hasta elegir mi propio espacio se oyen distintos idiomas, distintos tonos y timbres de voz. Parejas de todo tipo encuentran la armonía de la Cala.Pasar el día en armonía, saludando a los madrugadores y a los no tanto.Paso la mañana, y con el mismo talante de mi llegada me despido de la jornada con una ligera mirada de despedida, de agradecimiento por haber pertenecido a este pequeño universo de la Cala del Señor Ramón. Hasta otra amigo...