Considerada el equivalente rumano del día de San Valentín que todos conocemos, se celebra todos los 24 de Febrero. Es un día lleno de amor y romance que trae la nueva temporada de primavera, un símbolo de juventud, de esperanza y nuevos ciclos de vida.
Se dice que Dragobete era un dios dacio, similar a Cupido o Eros, el dios griego. Era el protector del amor, la alegría y la fertilidad, fuertemente conectado con la naturaleza. Está vinculado a esa época especial del año en que las aves construyen sus nidos y se aparean, cuando aparece la primavera y cuando la naturaleza reinicia el ciclo de vida, un tiempo de renacimiento para todas las criaturas y también un momento para el amor joven.
De hecho, este día es particularmente conocido como “el día en que los pájaros se desposan”. En este día, las aves migratorias regresan y comienzan a cantar y, en el Día de Dragobete, se reúnen en bandadas y comienzan a aparearse y construir los nidos para sus futuros polluelos. La importancia otorgada a las aves no es casual, ya que son consideradas como mensajeras de los dioses. En el folklore rumano, el pájaro, especialmente el cuco, representa la personificación del amor.
En algunas partes del país, las mujeres solteras solían despertarse por la mañana, recoger algo de nieve restante y derretirla. Si no quedaba nieve, tenían que llenar una olla con agua de lluvia o de un manantial cercano. El agua obtenida así tenía poderes mágicos: se usaba para tratamientos de belleza y para rituales de amor.
A las niñas se les enseñaba a comer un trozo de pan salado (horneado por la mujer mayor de la casa), y luego colocar un poco de albahaca debajo de la almohada. Durante la noche, se suponía que debían ver a su futuro esposo en sus sueños.
Los niños y las niñas solían vestirse con su "ropa de domingo" (ropa elegante) y reunirse frente a la iglesia. Luego, iban a los bosques o prados más cercanos, cantando en grupos y buscando flores de primavera. Después de sentarse y hablar alrededor de un fuego, las chicas corrían de regreso a la aldea, cada una seguida por el chico que se había enamorado de ella. Si el chico atrapaba a la chica y si le gustaba, le robaba un beso delante de todos. Esto no fue solo un juego, fue un voto de amor durante todo el año junto con la oportunidad de mostrar su apego frente a la comunidad.
El dicho tradicional es que "¡Dragobetele besa a las chicas!" (¡Dragobetele saruta fetele!), con cada chico que robó un beso convirtiéndose en un "Dragobete".
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muchos más días de éstos tendríamos que tener 😜
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