A unos 5 km al norte del pueblo de Ballycastle, en el condado de Mayo, en la costa irlandesa, hay un lugar llamado Downpatrick Head. Elevándose unos 38 metros sobre el mar, ofrece unas fantásticas vistas del Atlántico, de los Staggs de Broadhaven al oeste y de los altos acantilados a lo largo de la costa.
Su nombre, Downpatrick, viene de una época en la que el mismísimo San Patricio fundó una iglesia allí (de hecho, todavía se pueden ver sus ruinas, una cruz de piedra y un pozo sagrado). Este fue, en otros tiempos un popular destino de peregrinación, si bien hoy en día aún mucha gente llega hasta aquí durante el último domingo de julio, conocido como el Domingo de la Guirnalda, para escuchar misa en este lugar sagrado.
Durante la Segunda Guerra Mundial se construyó aquí un puesto de vigilancia de la guardia costera que ahora se utiliza para observar las numerosas especies de aves que visitan los altos acantilados.
Pero yendo al asunto que quería contarles, aquí se encuentra, a unos 80 metros de la costa, aislada, una espectacular pila marina conocida como "Dun Briste" o "el fuerte roto". La estructura se separó del continente a finales del siglo XIV debido a la fuerza del mar, y las personas que vivían en la zona tuvieron que ser rescatadas con cuerdas de barcos.
Es una estructura geológicamente muy interesante porque en ella se pueden ver, capa a capa, los estratos rocosos multicolores de las distintas etapas geológicas de nuestro planeta. Dun Briste mide aproximadamente 63 x 23 metros y 45 metros de altura.
Los acantilados de la zona, incluida la pila, se formaron en el período Carbonífero Inferior, hace unos 350 millones de años, cuando las temperaturas del mar alrededor de Irlanda eran mucho más altas que en la actualidad. Sin embargo, el folclore local cuenta una historia diferente. La leyenda dice que un jefe pagano vivió una vez en el lugar donde ahora se encuentra la pila. Cuando se negó a convertirse al cristianismo, San Patricio golpeó el suelo con su báculo, partiendo un trozo del promontorio hacia el océano, donde el pagano quedó aislado para siempre.
Cada año, Downpatrick es frecuentado por multitud de estudiosos de las aves que vienen a observar y registrar las diferentes especies que hasta aquí llegan.
Un rincón precioso en la bonita Irlanda, ¿no les parece?
un país precioso 😉
😍😍