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El Arca de la Alianza, el Rey Salomón y su vínculo con Etiopía

El Arca de la Alianza, el Rey Salomón y su vínculo con Etiopía

El Arca de la Alianza ha sido objeto de fascinación y misterio durante milenios. Este legendario artefacto bíblico, descrito en el Antiguo Testamento, contenía las tablas de los Diez Mandamientos entregadas a Moisés en el Monte Sinaí. Pero, ¿sabías que existe una antigua tradición etíope que vincula al Rey Salomón, al Arca y a la historia de Etiopía? Esta narrativa se encuentra en uno de los textos más sagrados de la cultura etíope: el Kebra Nagast.

El Kebra Nagast ("La Gloria de los Reyes") es uno de los textos más importantes de la literatura etíope. Se trata de un relato pseudo-histórico y religioso, escrito en el siglo XIV, aunque muchos investigadores creen que recopila tradiciones y mitologías orales mucho más antiguas, quizás del siglo VI. El texto fue escrito en Ge'ez, el idioma litúrgico de Etiopía, y ha tenido una profunda influencia en la identidad religiosa y política del país.

El Kebra Nagast narra la historia de la dinastía etíope, afirmando que esta proviene de la unión entre el Rey Salomón y la Reina de Saba. El texto tiene un fuerte enfoque en la legitimación divina de los gobernantes de Etiopía, vinculando directamente a los reyes con la Casa de David y, por lo tanto, con la bendición de Dios según las escrituras bíblicas.

Además, el Kebra Nagast está profundamente influenciado por el cristianismo, que llegó a Etiopía en los primeros siglos de nuestra era. Es, en gran medida, una obra teológica y política, que también busca consolidar la conexión del país con el Antiguo Testamento y la tradición judeocristiana.

El Rey Salomón y la Reina de Saba

El Kebra Nagast recoge la historia del encuentro entre el Rey Salomón de Israel y la Reina de Saba, una tradición que también aparece en la Biblia, específicamente en el Primer Libro de los Reyes (1 Reyes 10:1-13) y en el Segundo Libro de Crónicas (2 Crónicas 9:1-12). Sin embargo, en la Biblia, este encuentro se relata de manera más sobria: la Reina de Saba visita a Salomón tras haber oído de su fama y sabiduría, le trae regalos y, tras quedar impresionada, regresa a su tierra.

El Kebra Nagast amplía considerablemente este relato. La Reina de Saba, llamada Makeda en la tradición etíope, viaja a Jerusalén no solo para maravillarse con la sabiduría de Salomón, sino también para establecer una relación personal con él. La versión etíope añade un romance entre ambos, y de esta unión nace Menelik I, quien sería el primer emperador de Etiopía.

Este vínculo entre Salomón y Saba no solo tiene un impacto religioso, sino que refuerza el linaje salomónico que, según la tradición, se perpetuó en Etiopía durante casi 3.000 años. Este aspecto genealógico fue crucial para consolidar la autoridad de los emperadores etíopes, quienes afirmaban ser descendientes directos de la realeza divina de Israel.

Importancia para Etiopía:

  • El Kebra Nagast da un valor especial a Etiopía como el país donde se perpetúa la sabiduría salomónica y la bendición divina.
  • Esta leyenda también conecta Etiopía con la narrativa bíblica, lo que refuerza su identidad cristiana y su percepción como una nación sagrada.

Menelik I y el traslado del Arca de la Alianza a Etiopía

Uno de los aspectos más importantes y fascinantes del Kebra Nagast es el relato del traslado del Arca de la Alianza desde Jerusalén hasta Etiopía. Según el texto, cuando Menelik I, hijo de Salomón y Makeda, alcanzó la mayoría de edad, viajó a Jerusalén para conocer a su padre. Salomón, impresionado por su hijo, deseaba que Menelik se quedara en Israel, pero Menelik decidió regresar a Etiopía. En su partida, un grupo de sacerdotes israelitas que lo acompañaban, bajo inspiración divina, sustrajeron el Arca de la Alianza del Templo de Jerusalén.

Este episodio se presenta como un acto guiado por la voluntad de Dios. El Arca, que en el judaísmo simboliza la presencia divina y contiene las tablas de los Diez Mandamientos, es descrita en el Kebra Nagast como destinada a proteger el linaje de Etiopía y bendecir su monarquía.

Detalles del traslado:

  • Los sacerdotes etíopes que llevaron el Arca fueron guiados por ángeles, lo que refuerza la idea de que este robo era parte del plan divino.
  • Al llegar a Etiopía, Menelik instaló el Arca en su nueva capital, y desde entonces se cree que el Arca ha permanecido en este país.

Esta narración contrasta con la visión tradicional judía, que considera que el Arca se perdió o fue escondida tras la destrucción del Primer Templo de Jerusalén en el siglo VI a.C. Sin embargo, para la Iglesia Ortodoxa Etíope, el Kebra Nagast representa una verdad sagrada: el Arca sigue en Etiopía, custodiada hasta el día de hoy.

La Iglesia de Santa María de Sion en Aksum: Guardiana del Arca

Uno de los aspectos más fascinantes de la tradición etíope es la afirmación de que el Arca de la Alianza reside en la Iglesia de Santa María de Sion, situada en Aksum, una de las ciudades más sagradas de Etiopía. La ciudad de Aksum fue la capital del antiguo Reino de Aksum, un poderoso imperio comercial que floreció entre los siglos I y VII d.C.

La iglesia y el Arca:

  • La Iglesia de Santa María de Sion es el corazón de la devoción en torno al Arca. La tradición sostiene que el Arca fue llevada a esta iglesia en algún momento de la historia y ha permanecido allí desde entonces.
  • Solo un monje, conocido como el Guardián del Arca, tiene acceso a ella. Este monje vive en reclusión y nunca abandona los terrenos de la iglesia. Se dice que su misión es proteger el Arca y custodiarla hasta el fin de sus días.

Esta falta de acceso al Arca ha alimentado especulaciones, leyendas y misterios a lo largo de los siglos. Aunque algunos historiadores y arqueólogos dudan de la veracidad de la leyenda, la devoción de los fieles etíopes hacia el Arca es inquebrantable.

Importancia política y religiosa del Kebra Nagast para Etiopía

El Kebra Nagast ha sido fundamental en la construcción de la identidad nacional y religiosa de Etiopía. A través de este texto, los emperadores etíopes se legitimaron como herederos directos de la Casa de David, lo que les otorgaba un carácter divino y los convertía en líderes legítimos tanto a nivel espiritual como político.

La dinastía salomónica:

  • Los emperadores etíopes, incluyendo a Haile Selassie I, se consideraban descendientes de Menelik I, hijo de Salomón. Este linaje fue una piedra angular de la monarquía etíope hasta la caída del último emperador en 1974.
  • La importancia del Kebra Nagast en la religión etíope también fortaleció el vínculo de Etiopía con el cristianismo, consolidando su posición como uno de los primeros países en adoptar el cristianismo como religión oficial.

El Kebra Nagast es una obra fundamental para entender la rica historia y cultura de Etiopía. Su relato acerca del Rey Salomón, la Reina de Saba y el Arca de la Alianza no solo vincula a Etiopía con la tradición bíblica, sino que ha sido crucial para definir la legitimidad y el poder de sus monarcas durante siglos. A pesar de las dudas históricas y arqueológicas sobre el paradero del Arca, la devoción y las creencias en torno a este texto siguen vivas en Etiopía, particularmente en la Iglesia Ortodoxa Etíope.

Comentarios (1)

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virgilop • Hace 7 meses, 4 semanas

¡una historia fascinante!