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Historia

El caso del envenenamiento mortal por dulces de Bradford de 1858

Año 1858, Bradford, Inglaterra.

El caso de Bradford supuso el envenenamiento de más de 200 personas cuando, en un puesto del mercado de la ciudad, se vendieron dulces hechos accidentalmente con arsénico. Como resultado de ello murieron 21 personas.

Este desgraciado evento contribuiría a la aprobación de la Ley de Farmacia de 1868 en el Reino Unido y la legislación que regularía la adulteración de productos alimenticios.

William Hardaker, conocido por los lugareños como "Humbug Billy", vendía dulces en un puesto en el Greenmarket en el centro de Bradford. Hardaker compraba sus suministros a Joseph Neal, quien hizo los dulces en Stone Street, apenas a unos cientos de metros al norte del mercado.

Los dulces en cuestión eran de menta, hechos de aceite de menta incorporado en una base de azúcar y goma.

Sin embargo, por aquel entonces el azúcar era muy caro por lo que Neal sustituía en la receta, parte del azúcar, por yeso en polvo.

La adulteración de alimentos con sustancias más baratas era algo común por entonces y los adulteradores usaban palabras escogidas para maquillar esa práctica, no nombrando directamente la sustancia de la que se trataba.

El 30 de octubre de 1858, Neal envió a James Archer, un inquilino que vivía en su casa, a recoger “ingredientes” para los dulces de Hardaker a la farmacia del boticario Charles Hodgson.

La farmacia de Hodgson estaba a menos de 5 km de distancia y éste estaba allí, pero no atendió a Archer por encontrarse indispuesto, por lo que sus pedidos fueron atendidos por su joven asistente, William Goddard.

Goddard le preguntó a Hodgson dónde estaba lo que había de dispensar, es decir, ese “ingrediente” que antes hemos dicho que se usaba para adulterar los alimentos, y se le dijo que estaba en un barril en un rincón del ático. Sin embargo, en lugar de este “ingrediente”, Goddard vendió por error a Archer 5,4 kg de trióxido de arsénico.

El error permaneció sin ser detectado incluso durante la fabricación de los dulces por James Appleton, un "repostero experimentado" empleado por Neal, aunque Appleton observó que el producto terminado se veía diferente a como le quedaban normalmente.

Appleton sufrió síntomas de enfermedad durante el proceso de elaboración de los dulces y estuvo afectado durante varios días, con vómitos y dolor en las manos y los brazos, pero no pensó que se tratara de un envenenamiento. 

Se vendieron unos 18 kg de dulces a Hardaker, quien también notó que éstos se veían distintos, utilizando esta circunstancia para obtener un descuento por parte de Neal. Al igual que Appleton, Hardaker, como uno de los primeros en probar los dulces, también se enfermó de inmediato.

Hay que decir que el trióxido de arsénico es un polvo cristalino blanco que se parece mucho al azúcar, y no tiene olor ni sabor.

Hardaker vendió 2,3 kg de dulces en su puesto en el mercado aquella noche, y de los que compraron y los comieron, 21 personas murieron y otras 200 más o menos se enfermaron gravemente de envenenamiento por arsénico en aproximadamente un día.

Inicialmente se pensó que las primeras muertes, las de dos niños, se debían al cólera, un problema importante en la Gran Bretaña de aquel tiempo. El creciente número de víctimas pronto mostró que los dulces en el puesto de Hardaker eran la causa, y desde allí el rastro conducía a Neal y a Hodgson. 

Goddard fue arrestado y compareció ante los magistrados en el palacio de justicia de Bradford el 1 de noviembre, y Hodgson y Neal fueron enviados a juicio con Goddard por un cargo de homicidio. 

El Dr. John Bell identificó el arsénico como la causa, y ello fue confirmado por Felix Rimmington, un destacado farmacéutico y químico analítico.  Rimmington estimó que cada dulce contenía entre 14 y 15 granos (910 y 970 miligramos) de arsénico, aunque un relato contemporáneo sugiere que en realidad pudieron ser 9 granos (580 miligramos), siendo 4.5 granos (290 miligramos) una dosis letal.

 Por lo tanto, cada dulce habría contenido suficiente arsénico para matar a dos personas, y Hardaker habría distribuido suficiente para matar a 2.000.

La acusación contra Goddard y Neal se retiró más tarde y Hodgson fue absuelto en diciembre de 1858.

La tragedia y el enorme revuelo público que se organizó fueron factores determinantes que contribuirían a la Ley de Farmacia de 1868, que reconocía al químico y al farmacéutico como los custodios y vendedores de venenos con etiqueta.

Entre 1868-1874 también se introdujo una legislación que regularía la adulteración de alimentos tras la tragedia

El requisito de mantenimiento de registros y el de obtener la firma del comprador se mantienen actualmente en virtud de la Ley de Venenos de 1972 para venenos "no medicinales".

Comentarios (2)

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cristi90 • Hace 2 años, 7 meses

madre mia....por suerte pusieron medidas para avitar este tipo de situaciones...

mariogom34 • Hace 2 años, 7 meses

😲😲😲