¿Han oído hablar de esta avistamiento de extraterrestres?. Es algo bastante increíble.

La tarde del 27 de septiembre de 1989, un grupo de niños jugaba al fútbol en el parque Yuzhni, en Vorónezh, al sureste de Moscú. De repente, vieron un brillo rosado en el cielo y apareció una esfera roja de unos nueve metros de diámetro. La esfera giró, desapareció y, a los pocos minutos, regresó, quedándose suspendida en el aire sobre ellos.

El 7 de octubre de 1989, la agencia de noticias soviética TASS difundió la noticia, lo que le otorgó gran credibilidad, aunque muchos investigadores la cuestionaron. Sin embargo, los numerosos testimonios de los testigos coincidían en sus relatos.

Los testigos describieron varios seres: algunos hablaron de dos, otros de hasta cinco, de unos tres metros de altura, con tres ojos (uno en la parte superior y en constante movimiento), cabezas pequeñas y puntiagudas. Estos seres estaban acompañados por un robot de movimientos torpes que, tras un chillido de uno de los extraterrestres, recogió muestras del suelo.

Un hecho aún más extraño ocurrió cuando un niño asustado intentó correr. Un haz de luz lanzado por uno de los extraterrestres lo hizo desaparecer. Afortunadamente, el niño no murió, sino que reapareció minutos después, cuando el OVNI se elevó al cielo.

Los niños Vasya, Zhenya y Julia, quienes fueron los primeros en ver a los visitantes, aseguraron que uno de ellos apuntó con un "fusil" de medio metro a otro muchacho cercano, quien desapareció en el acto. Poco después, el gigante y la nave ascendieron al cielo y el muchacho volvió a aparecer, ileso.

Este rayo desmaterializador añadió otro misterio al caso. No se pudo localizar al joven afectado para interrogarlo y saber qué sucedió durante esos minutos o si sufrió secuelas posteriores.

El libro "Expediente Soviet UFO", escrito por Philip Mantle y Paul Stonehill, detalla más sobre esta experiencia. Según el libro, una multitud vio a un alienígena con tres ojos a través de una escotilla abierta. Este ser, de unos tres metros de altura, vestía un mono plateado, botas color bronce y llevaba un disco en el pecho. El OVNI aterrizó y dos criaturas, una de ellas un robot, salieron de la nave. Un muchacho gritó asustado, y el alienígena lo silenció con una mirada. Los observadores también gritaron, y el OVNI desapareció.

Cinco minutos después, el OVNI reapareció. El alienígena apuntó una pistola (un tubo de medio metro) a un chico de dieciséis años, quien desapareció. El extraterrestre entró en la esfera y la nave despegó. Al mismo tiempo, el chico reapareció.

Las entidades y un robot de movimientos mecánicos caminaron por el parque, recogiendo muestras del suelo. Uno de los seres hizo sonidos que parecían órdenes, y de su pecho salió un rayo de luz que delineó en el suelo varios rectángulos luminosos.

Los seres se pasearon por el parque, tomaron muestras del suelo y despegaron en menos de cinco minutos. La ciudad quedó atónita. Los alumnos del colegio 33, ubicado frente al parque, se sintieron mal, con mareos y dolores de cabeza, aunque los síntomas fueron pasajeros.

Los testimonios de los niños fueron publicados por el periódico Sovetskaya Kultura y replicados por agencias de noticias internacionales, incluida la Agencia Oficial Rusa (TASS). En Chile, el suceso fue dado a conocer en el programa Sábados Gigantes, conducido por Mario Kreutzberger, mostrando a los niños y dibujos de lo que observaron.

Entrevistados por el astrofísico francés Jacques Vallée, los residentes de Vorónezh afirmaron haber visto el mismo OVNI varias veces entre el 21 de septiembre y el 2 de octubre, con avistamientos de entidades diferentes.

Volodia Startsev, de 12 años, relató a los medios: “Cuando salieron de la nave, quedé inmóvil, paralizado por el miedo. Dos de los seres observaron el lugar y se fueron tras cinco minutos. Después me mareé y tuve dolores de cabeza”.

Investigadores internacionales concluyeron que los múltiples testigos, incluyendo niños y adultos, no podían haber sido parte de un engaño. La policía y periodistas que interrogaron a los testigos no encontraron discrepancias en sus relatos.

El teniente de policía Sergei A. Matveyev, que no vio a los extraterrestres pero sí al OVNI, declaró: “Vi un objeto volador a unos 200-250 metros de altura que no se movía horizontalmente, algo que no podía ser un globo meteorológico”. El biólogo Fiodor Kiseliev, que estuvo en el parque, calculó que el objeto debía pesar 11,5 toneladas por la profundidad de los cuatro orificios que dejó en el suelo.

El diario español ABC reflejó la noticia en su edición del 10 de octubre, confirmando el aterrizaje de un OVNI tripulado por gigantes en la URSS. Los científicos, policías e investigadores siguieron trabajando en el caso, detectando radiactividad elevada y escorias de un metal desconocido en el lugar del aterrizaje.

Hasta el día de hoy, no se tiene certeza de qué ocurrió allí exactamente...