Es sin duda un bonito rincón para visitar, situado a poco más de 20 km de la ciudad de Valencia (España), concretamente en la población de Benissanó (antigua Benixanut).

Propiedad del ayuntamiento desde 1996, la construcción actual data del siglo XV, y fue edificada sobre una antigua alquería musulmana bajo el mandato de su primer señor, D. Luís de Cavanilles de Villarrasa, antiguo Gobernador General de Valencia, alquería de la que además formaba parte la gran torre de más de 30 metros que es el eje central del castillo.

Los Cavanilles fueron los dueños del castillo hasta el siglo XIX, cuando el último de ellos tuvo una hija, y no un hijo, por lo que no pudo dejarla como heredera. Fue un sobrino, Jose María Escrivà de Romaní y Dusay quien lo heredó y pasó de generación en generación hasta finales del siglo XX, cuando lo compró un particular.

Este castillo es conocido por un hecho histórico llamativo, enmarcado en la Batalla de Pavía, de 1525, en la cual se enfrentaban las tropas francesas de Francisco I contra las tropas germano-españolas de Carlos V. El ejército español venció aquella contienda y según se cuenta, entre los presos de guerra había uno muy particular, noble y con elegantes ropajes, el mismísimo Francisco I, rey de Francia, que fue entonces embarcado desde Italia hasta España, llegando a la península a través de Valencia.

La idea de los españoles era llevarlo a Madrid, haciendo noche noche en el castillo de Buñol, pero finalmente cambiaron el plan y acabaron hospedándolo en Benissanó, donde fue tratado acorde a su rango, disponiéndole sus propios aposentos en la primera planta.

Cavanilles, el señor del castillo, organizó un gran baile en honor del monarca francés y quiso que sus dos hijas bailaran con el rey, a fin de casar, según parece, a alguna de las dos con el francés. Sin embargo, ellas se negaron y se ausentaron de la fiesta. Fue entonces cuando su padre, hecho una furia, fue a buscarlas y las llevó al salón del evento cogidas por el pelo.

Tanto marcó esta historia el linaje de la familia que en el escudo de Cavanilles que figura sobre la chimenea del salón principal aparecen dos brazos que sostienen dos cabelleras.

"La soberbia de vos, matará a las dos", le dijo el padre a sus hijas por tan gran osadía...