Este volcán, un inmenso cono nevado casi perfecto de eleva hasta los 5.897 metros sobre el nivel del mar, es el segundo pico más alto de Ecuador, tras El Chimborazo. Su cráter mide 800 metros de diámetro y 334 metros de profundidad.

Se localiza en la frontera entre las provincias de Pichincha y Cotopaxi, a unos 50 km al sur de Quito, la capital ecuatoriana.

Desde Quito parte la llamada Avenida de los volcanes, un tramo de la carretera Panamericana, ruta que puedes seguir para llegar al Cotopaxi (tramo Quito-Latacunga).

Su nombre parece ser de origen Kichwa (el kichwa se habla en Ecuador y Colombia y el quechua, en cambio, en Perú, Argentina, Chile y Bolivia).

De acuerdo con esto, “coto” significaría cuello o garganta, y “paxi” haría referencia a la Luna, por lo que su significado sería “cuello de Luna”.

Es uno de los volcanes activos más altos del mundo, y es un precioso paisaje donde predomina el páramo.

Este Parque Nacional es muy popular entre los montañeros y senderistas e incluye una gran variedad de flora y fauna como lobos, pumas, osos, llamas, conejos, cóndores, caballos salvajes, zorros, entre muchas otras especies...

La ruta de ascenso más utilizada es la que parte del refugio José Rivas, que está a 4.800 metros en la ladera norte del volcán. En este entorno podrás llegar al refugio, disfrutar de laguna de Limpiopungo, el Valle Encantado o el río Pita...

Nota:

Si eres montañero ya lo sabrás, pero nosotros lo decimos igualmente: hay personas a las que les afecta la altura, en especial durante la caminata hasta el refugio del Cotopaxi. Camina lento y haz varias paradas para que el cuerpo se acostumbre a la altura. Si sientes mareos o dolores de cabeza, es mejor descansar o incluso descender.