No sé si lo saben, pero cada 2 de Julio muchisímas personas por todo el mundo se reúnen para conmemorar el Día Mundial del Ovni, para recordar así los muchos avistamientos que se producen por todo el planeta, así como los casos más famosos de la historia. Pues bien, hay un lugar, famoso en el mundo entero, al cual todo seguidor del fenómeno ovni que de verdad se precie de serlo debe acudir al menos una vez en la vida, el llamado Museo Internacional del Ovni, en Roswell, Nuevo México (EEUU).

Roswell es una ciudad de aproximadamente 50.000 habitantes que vive en gran parte del turismo ovni, y la verdad es que la ciudad en sí misma parece sacada de una película de ciencia ficción, porque mires a donde mires, y mires lo que mires, tiene una estampa ovni incorporada, como farolas con cabezas de extraterrestres, carteles decorados con naves espaciales, tiendas llenas de objetos de temática espacial u hoteles con fachadas decoradas con alienígenas. Incluso el  McDonald’s tiene forma de platillo volante.

Situado en el 114 Main Street de Roswell, fue fundado en 1991, y como podrán imaginarse, es el lugar perfecto para los apasionados de las conspiraciones extraterrestres, platillos volantes y el fenómeno ovni en general (una gran proporción de personas en la ciudad de hecho son firmes creyentes en que en 1947 se produjo un encuentro real con habitantes de otros mundos).

La temática de este museo se centra sobre todo en el accidente de Roswell ocurrido en 1947 y en posteriores supuestos incidentes ovni en los Estados Unidos y otros lugares. Aquí pueden encontrar una extensa biblioteca (se dice que es la mejor biblioteca pública dedicada al caso Roswell y al fenómeno ovni en general de Estados Unidos) y exhibiciones, todas centradas en la historia de los encuentros con ovnis. Además hay cosas muy interesantes como recortes de prensa de 1947 y los maniquíes (o dummies) que se utilizaron en los años cincuenta para hacer pruebas de resistencia.

Aunque a simple vista pueda parecer un lugar para conspiranoicos de todo tipo, la verdad es que el museo es muy entretenido y es de esos lugares que no esperas encontrar en tu ruta pero que vale la pena visitar.

Nota importante: cada año, sobre la primera semana de julio, se celebra el Festival OVNI, una festividad que incluye concursos de disfraces (a los que la gente lleva incluso a sus mascotas), conciertos y charlas con investigadores y ufólogos. Es sin duda uno de los eventos más importantes de Nuevo México.