Es una palabra que, actualmente, está en boca de todos debido a la pandemia por coronavirus, ya que todos estamos esperándola como agua de Mayo. 

No sé si sabrán cómo surge la palabra "vacuna". Fue así:

El término fue propuesto por Louis Pasteur en 1881, en homenaje a Edward Jenner, quién en 1796 inventó la vacuna contra la viruela, enfermedad erradicada en la actualidad (durante el último cuarto del siglo XVIII, Edward Jenner estuvo ejerciendo como médico rural en el condado de Gloucester, al oeste de Inglaterra).

Jenner publicó en 1798 un informe que tituló ‘An enquiry into the causes and effects of Variolae Vaccinae, known by the name of cow pox’ (Una investigación sobre las causas y efectos de Variolae Vaccinae, conocida como "la viruela de la vaca").

Jenner observó que las ordeñadoras de vacas afectadas de viruela bovina (enfermedad que afectaba a los animales) no se contagiaban de la viruela humana. De esta manera, inoculó pus de una lesión de una ordeñadora a un niño sano de 8 años, con la esperanza de que este adquiriera inmunidad. Y en efecto así fue, James Phipps, que así se llamaba el niño, desarrolló la enfermedad de forma leve y se recuperó totalmente a los pocos días. Al ser infectado después por la viruela humana no desarrolló ningún síntoma. La inmunización se había producido.

Evidentemente hoy en día no se pueden realizar experimentos directamente sobre seres humanos que no hayan sido primeramente testados y validados en animales. Es por ello necesario seguir realizando experimentos sobre animales que demuestren eficacia, y seguridad para poder ser probados en seres humanos sin poner en riesgo su vida, como podría haber pasado en este caso.

Esperemos que la vacuna para el coronavirus llegue pronto...