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Naturaleza

El curioso y breve estado de "hipnosis" que puede inducirse en los tiburones

No sé si habrán visto esto alguna vez, y si bien es una práctica muy poco recomendable, por aquello de que puedes perder un brazo, no deja de ser impactante.

Resulta que André Hartman (sudafricano experto en tiburones) descubrió en su día que tocando el hocico a los tiburones blancos (aunque no sólo a éstos), les dejaba en una especie de estado hipnótico durante unos breves segundos, algo que parece que está relacionado con las ampollas de Lorenzini, unos órganos sensoriales especiales que tienen estos animales y que detectan campos electromagnéticos (los poros de estas ampollas son claramente visibles como puntos oscuros en la piel de tiburones y rayas, y proveen a estos animales de un "sexto sentido" capaz de detectar tanto campos electromagnéticos como gradientes de temperatura en el agua).

Pues bien, resulta que al acariciarles el morro, colocando las manos en el perímetro que rodea su boca y los ojos y acariciando con tranquilidad la zona donde se encuentran distribuidas el mayor número de estas ampollas, se quedan parcialmente inmóviles, como más calmados.

A comienzos del pasado siglo XX, no estaba claro el propósito de las ampollas de Lorenzini, y experimentos electrofisiológicos sugirieron una sensibilidad a la temperatura, presión mecánica y quizás salinidad. No fue hasta el año 1960 que las ampollas fueron claramente identificadas como órganos receptores especializados en sentir campos eléctricos. Las ampollas podrían también permitir detectar cambios en la temperatura del agua.

Cada ampolla es un fajo de células sensoriales que contienen múltiples fibras nerviosas. Estas fibras encerradas en un túbulo de sustancia gelatinosa que tiene una abertura directa a la superficie a través del poro. El gel es una sustancia basada en glicoproteína con la misma resistencia que el agua marina, y tiene propiedades eléctricas similares a un semiconductor, permitiéndole esencialmente transducir los cambios de temperatura a una señal eléctrica que podría ser utilizada para detectar gradientes de temperatura.

Los tiburones podrían ser más sensitivos a los campos eléctricos que cualquier otro animal, y en vista de que todos animales producen un campo eléctrico en la contracción muscular, al moverse, es fácil imaginar que el tiburón podría captar estímulos eléctricos débiles emitidos particularmente por sus presas. Por otra parte, en tanques experimentales, los campos electroquímicos generados por presas paralizadas también bastan para producir un ataque por parte de tiburones y rayas, por lo que se sabe que las contracciones musculares no son lo único necesario para atraerlos, sino todo aquello que provoque un campo electroquímico.

Esto me ha recordado algo que ví hace años por televisión en un documental. Resulta que un pescador, australiano creo recordar, un dia estaba con su barca y ésta se estropeó en medio del mar. Intentando arreglar la hélice de la pequeña embarcación, de repente salió del mar una inmensa boca de un tiburón blanco que casi le arranca un brazo. Instintivamente, el hombre le dio un manotazo al tiburón para sacárselo de encima y éste quedó parcialmente inmóvil.

Fue entonces cuando el hombre pensó que quizá sería más lucrativo que su trabajo de pescador enseñar a los turistas esta peligrosa práctica, y que pagaran por ver algo tan arriesgado a la vez que curioso y bastante increíble....En fin no sé en qué paró el asunto, si este hombre perdió algún brazo o siguió haciendo esto, pero sea como sea es bastante increíble.

Comentarios (5)

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jose • Hace 3 años, 1 mes

😯

mariogom34 • Hace 3 años, 1 mes

😦😦, ese pescador si que tenia visión empresarial....y se jugó el físico con ello 😂

lexsts • Hace 3 años, 1 mes

Hay que tenerlos bien puestos.... 🤦‍♂️

rachelsan • Hace 3 años, 1 mes

por dios....ya te digo que no es nada recomendable......😖

beasan33 • Hace 3 años, 1 mes

😱😱