Se llama Maximón, y es todo un personaje en Guatemala, porque además de tener un importante significado religioso para las culturas indígenas, su imagen es exhibida en museos, postales, folletos turísticos..., y es francamente curioso ver cómo lo veneran (de hecho, es considerado un ícono de la identidad cultural guatemalteca).

Parece ser que sus orígenes se remontan a la mitología maya, en la que existía un personaje llamado Rilaj Maam quien era venerado como guardián protector del pueblo tz’utujil. Según cuenta la tradición popular, Rilaj Maam se encontraba en un árbol de tz’atel, también conocido como "palo de pito" (árbol común en las regiones de Mesoamérica), por lo que los escultores nahuales antiguos tallaron su tronco y fabricaron el cuerpo y el rostro de dicho personaje a partir de él.

Rilaj Maam significa "El Gran Abuelo"; con el tiempo pasó a considerarse como una especie de divinidad ancestral, debido a que se cree que tiene el poder de intermediar entre lo terrenal y lo divino. Posteriormente recibió el nombre de Maximón.

Para muchos es un ser sobrenatural, con cuerpo grotesco, como de espantapájaros, con un puro en la boca y que resucita, la encarnación del conflicto y la ambigüedad; es tratado con temor y respeto, pero también despreciado y objeto de burla. A pesar de que el catolicismo, según parece, lo ve  como un personaje oscuro, sus partidarios señalan que en Maximón solo fluye energía positiva. 

En el municipio de Santiago Atitlán (en Sololá) se cree que el principal poder de Maximón es el de la curación, sin embargo también tiene otras facultades como atraer el amor de las personas, proteger contra el peligro, tener éxito en los negocios, entre otras.

Se le brindan ofrendas para garantizar la realización de sus peticiones, y entre dichas ofrendas se encuentra dinero, licor, veladoras, tabaco y comida.

También se le venera especialmente en San Andrés Itzapa (en Chimaltenango), lo digo por si van a este país centroamericano.

La deidad de Maximón está constituida por la dualidad del bien y el mal, mitad santo y mitad dios, por lo que quienes lo veneran, lo adoran y le temen al mismo tiempo. Aquellos que lo veneran creen que tiene las facultades de conocer el pasado, ver el presente y predecir el futuro, debido a que posee conocimientos de la cosmovisión, la espiritualidad, la cultura y la energía que rigen a los seres humanos y al universo...