En realidad, debe su nombre a la contracción de las palabras tailandesas Mae Nam Khong. También tiene otros nombres que varían según los países que atraviesa: en China se llama Lancang; en Laos, Ménom Khong; y, en Camboya, Mékōngk o Tonle., y es uno de los ríos más importantes de Asia y del mundo (tiene unos 4.350 km de longitud y 810.000 km² de superficie de cuenca).

Este imponente y mítico río nace de las fuentes de la llamada llanura tibetana, una planicie enorme y elevada, de abundantes pastos y rodeada por los picos del Himalaya, situada en Asia central (territorios del Tibet y China), y nace junto a otros dos ríos, el Salween y el Yangtsé, y durante miles de kilómetros, toca o atraviesa los territorios de Myanmar, Laos, Tailandia, Camboya y finalmente Vietnam, donde vierte sus aguas a un gran delta (de unos 40.000 km² ) con 9 cauces que irrigan una de las mayores regiones de arrozales del mundo, con multitud de mercados flotantes y pintorescos pueblos que forman un paisaje espectacular, para dar al mar de China Meridional.

En su recorrido, atraviesa paisajes tan dispares como las cumbres perpetuamente nevadas del Tibet, montañas pobladas por culturas milenarias en la provincia china de Yunnan, el Triángulo de Oro o las selvas tropicales de Vietnam y Camboya.

Es un río tan rico en biodiversidad que sólo es superado por el Amazonas. Por increíble que parezca, cuenta con más de 20.000 especies de plantas, más de 1.200 especies de aves, más de 850 especies de peces, más de 430 de mamíferos, y más de 800 de reptiles y anfibios. De hecho, se siguen encontrando nuevas especies.

Del Mekong dependen millones de personas (alrededor de 60 millones de personas habitan sus riberas), no sólo para su alimento, sino por la electricidad que es capaz de suministrar a través de las sucesivas presas que alberga y que siguen contruyéndose (no sin polémica, porque ello está generando problemas en la pesca e irrigación).

Parece ser que el primer asentamiento junto a este majestuoso río se remonta al 2100 a.C.

El Imperio Jemer (o Imperio de Angkor), la civilización que entre los siglos XII y XIII d.C. se constituyó como la principal potencia de todo el Sureste Asiático, también se desarrolló junto al Mekong.

Nota: es una visita obligatoria, a mi entender, si se está por la zona de Camboya, Angkor Wat, la octava maravilla del mundo, cuyos templos, construidos entre los s. IX y XIII forman el templo hinduista más grande y también el mejor conservado de los que integran el asentamiento de Angkor. Considerado como la mayor estructura religiosa jamás construida, es uno de los tesoros arqueológicos más importantes del mundo.

Los primeros europeos que exploraron el Mekong fueron los portugueses, si bien fueron los franceses los que estuvieron más tiempo en la región al establecer un protectorado en Camboya en 1863, expandido más tarde a Laos y que acabó tras la II Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam.

Su primer tramo, que se inicia en la llanura tibetana, discurre agreste, entre montañas y gargantas. El siguiente tramo, el tramo medio, es navegable, y posee abundantes rápidos y cascadas.

En su parte más ancha, más al sur, cerca de las preciosas islas de Si Phan Don, el Mekong puede ensancharse hasta los 14 km en la estación de las lluvias, pareciendo un auténtico mar.

Aún más al sur, según avanza hacia el mar, es posible contemplar y visitar templos antiguos y frondosos paisajes, como el de Kompong Cham, al este de Camboya. 

Ya en el delta, los pintorescos poblados, los canales, las reservas de pájaros, los barcos, los mercados flotantes, etc, hacen del último tramo de este majestuoso río un paisaje de lo más singular, en una de las regiones arroceras más grandes del mundo, que alimenta a más de 300 millones de personas...

Un hecho curioso que se da en este río (en la parte tailandesa y de Laos) es el fenómeno del "bang fai phaya nak" ("bolas de fuego del gigante naga", en tailandés), unas bolas de fuego que brotan del río Mekong, y que coincide con el fin del Vassa, también conocido como la cuaresma budista, en la que los monjes se retiran a sus templos durante la época del monzón. Algunos creen que el naga (una serpiente mitológica) lanza las bolas incandescentes para saludar a Buda en su visita a la Tierra al finalizar el Vassa, que dura unos 3 meses, entre julio y octubre, en función del calendario lunar.

La verdad es que los científicos tailandeses no han llegado a una explicación plausible de estas bolas de fuego, un fenómeno cuya existencia reconocen y estudian cada año para tratar de encontrar sus causas (este fenómeno quizá sea el producto de la ignición de gases de metano y nitrógeno originados por bacterias en el fondo del río)...

Por último, decir que es un río de lo más cinematográfico, y para los que nos encanta el séptimo arte, decir que este río ha estado presente en multitud de grandes películas a lo largo de la historia, como Apocalypse Now, El Amante o Los gritos del silencio, entre otras muchas pelis de guerra de Hollywood.