Muchos años de preguntas sin respuesta (el fenómeno se descubrió en 1948), de especulaciones y teorías (magnetismo, alienígenas, fenómenos paranormales...) que han intentado explicar este fenómeno, cuya solución parece haberse encontrado.

Las piedras que se mueven solas por el desierto dejando una estela perfectamente visible.

Los investigadores han conseguido ver por fin, in situ, este fenómeno que se produce en el Valle de la Muerte (California, EEUU) en una zona llamada Racetrack Playa, un entorno seco y plano a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar.

Parece que la razón por la que estas piedras se mueven solas por el desierto es tan curiosa como inusual: el estudio, publicado en la revista Plos One, se produce cuando la lluvia deja una finísima capa de agua sobre el terreno, que, al caer la noche, se congela, bien entrada la mañana, el hielo se derrite y se quiebra, y sólo hace falta un leve viento para que estas placas finísimas trasladen las rocas.

Un fenómeno muy raro e interesante...