Si van a Grecia, y como a mí, les gusta la historia y la mitología antiguas, no pueden dejar de ir al Oráculo de Delfos.
Centro religioso situado a los pies del monte Parnaso, en Grecia, los helenos acudían a este santuario del dios Apolo para conocer su futuro de boca de la Pitia, una sacerdotisa que se comunicaba directamente con esta divinidad.
Este templo era uno de los centros religiosos más importantes de la Grecia antigua.
Para consultarlo había que trasladarse hasta el recinto sagrado, ofrecer a Apolo una tarta hecha con miel y sacrificar una cabra, que se quemaba en una hoguera rociándola con agua. Si el cuerpo de la cabra temblaba durante la ofrenda, significaba que Apolo accedería a hablar.
El oráculo estaba a cargo de una anciana, la Pitia, y un hombre, el Profeta. Tras hacerle la pregunta en cuestión, la sacerdotisa, en la cripta del templo, se inclinada sobre su trípode y se comunicaba con el dios mientras masticaba hojas de laurel, espolvoreaba harina y bebía largos tragos del agua de la fuente sagrada.
Si sus palabras resultaban absurdas o ininteligibles, el Profeta estaba allí para ayudar a interpretarlas...
impresionante Grecia 👌