Está en Portugal, es de reciente construcción (su inauguración se retrasó por toda esta historia del coronavirus) y lo conocen como el Puente Suspendido de Arouca (o 516 Arouca), situado en la localidad de Arouca, una población del distrito de Aveiro, a unos 65 kilómetros de la hermosa Oporto.

TIene una longitud de más de medio kilómetro, concretamente 516 metros, 175 metros de altura sobre el Río Paiva y aprox. 1,20 metros de ancho, y desde luego no es apto para los que sufran de vértigo, especialmente en el tramo central del puente.

El lugar es interesante porque el puente en si mismo, además de ser en la actualidad el puente colgante peatonal más largo del mundo, es el colofón a una importante red de vías para senderistas, una actividad que para nosotros no deja de ser sino una excusa más para visitar este hermoso país que es Portugal, y que nos encanta.

Desde este lugar pueden verse las pozas del Paiva, la cascada de la Aguieiras y todo el Geopark Arouca, declarazo zona de interés turístico por la Unesco.

Hasta donde sabemos, para cruzar este puente 516 Arouca hay que pagar 12 euros por persona (adultos), como se indica en su web (que también permite reservas), pudiendo acogerse también a paquetes familiares de 40 euros.