En estos tiempos que corren, no importa quién eres, cuánto dinero tienes, lo famoso que seas... En esta cuarentena que nos toca vivir todos somos uno, sin clases sociales, raza, creencias...

Emociona ver la respuesta de tantísima gente, la solidaridad de la mayoría, el sacrificio de tantos que siguen al pie del cañón por los demás. Y salimos al balcón a aplaudir su entrega, cantamos, reímos, lloramos, se nos eriza la piel con los datos que los medios nos van proporcionando,

No sabemos por qué, no hay datos concretos sobre su origen, pero este terrible virus, a pesar de que nos va a afectar a muchos de un modo u otro, no va a poder con nosotros.

Terrible situación. Pero... ¿sabes qué?. Aunque lo estés pasando fatal por no poder reunirte con los tuyos, aunque seas uno de los positivos, o que tu familiar esté entubado en el hospital y no sea posible tener noticias certeras de su evolución, aunque hoy estés bien o lo hayas superado, tanto si presentas síntomas y no quieres colapsar el sistema como si has dado negativo o ya has perdido a alguien importante, no olvides nunca que todos estamos contigo. 

Esto no es como una de las historias habituales que los ingeniosos miembros de Vicmun publican. Es más, puede que los moderadores no lo consideren oportuno. Y lo aceptaré si es así. Pero no quería dejar de expresar un sentimiento común: el de la esperanza, el de la seguridad de que esto pasará y reconstruiremos nuestra vidas pedacito a pedacito. 

Y volveremos a viajar, a disfrutar de un café, una copa con los amigos, un abrazo fuerte y sincero. Y sabremos apreciar mucho más cada una de esas cosas que hasta hace muy poquito dábamos por rutinarias.

Hay algo con lo que este virus no podrá: la esperanza.

Un abrazo para ti, que me has leído. Y, por supuesto, mis mejores deseos.