Alguna vez habrás visto, tristemente, cristales en la arena de la playa, motivado por la conducta poco cívica de algunas personas, pero esta playa es otra cosa.

Está formada por cristales, y no, no es debido a una maravilla natural, ya que también, en este caso, es debido a la mano del hombre. 

Formada por millones de pequeños trozos de vidrio, y situada en el Parque estatal MacKerricher, se ha convertido en una de las playas más famosas de California (EEUU) a pesar de no ser apta para el baño. Durante 61 años (entre 1906 y 1967), los residentes de Fort Bragg, utilizaron esta parte del océano como un vertedero llamado «The Dumps», vertiendo de todo, cristales, automóviles, baterías, latas, etc...

En el año 1967, las autoridades de la ciudad cerraron el área, acotándola, y durante muchos años, hasta 2002, llevaron a cabo programas para tratar de paliar los daños, entre ellos la quema de los residuos.

Con el paso del tiempo, las mareas fueron erosionando los materiales como el vidrio y la cerámica, haciendo que los miles de pequeños trozos de vidrio dejasen de ser afilados. De hecho, los convirtieron en una especie de arena de colores que actualmente sigue cubriendo la playa.

Ya en este siglo, se incorporó al Parque MacKerricher y ahora más de 1.000 turistas la visitan cada día.

La playa se ha hecho tan popular que los turistas, en estos años, se han ido llevando trozos de cristales, por lo que la recolección no está permitida (además poco a poco los cristales están desapareciendo por el propio efecto de las olas que los ha modelado).