Los golfeados, (o golfiaos), como los llaman los venezolanos, son unos dulces tradicionales del país caribeño. Son unos panecillos suaves y esponjosos en forma de caracola rellenos con papelón derretido (Panela) y queso blanco rallado, y que se aromatizan con semillas de anís.

Básicamente son un pecado, jeje. Tanto en el desayuno como en la merienda, vale mucho la pena probarlos, así que aquí tienen una de las muchas recetas que pueden encontrarse por ahí, y aunque no es que sea un plato para guardar la línea precisamente, esa increíble mezcla de dulce-salado de la panela y el queso es brutal.

Receta:

INGREDIENTES

• 1 Kg de harina de repostería
• ½ Litro de agua.
• 30 Gramos de levadura granulada.
• 40 Gramos de mantequilla.
• 150 Gramos de azúcar.
• ½ Cucharadita de sal.
• Esencia de vainilla al gusto.
• ½ Cucharadita de canela en polvo.
• 1 Cucharada de anís dulce.
• ½ Cucharadita de esencia de limón.
• Papelón rallado (Panela), cantidad al gusto
• 500 Gramos de queso blanco rallado.

ELABORACIÓN

• El primer paso, es elaborar la masa de los panecillos. Este es el procedimiento para hacerla:

  • Colocar en la mesa la harina en forma de corona. Luego, el agua se va a dividir en dos partes iguales. En una de esas partes se diluye la levadura; mientras que en la otra se va a diluir el azúcar y la sal. A la corona de harina se le van a agregar: en primer lugar, la levadura disuelta, luego la mantequilla. Después se agrega el agua con el azúcar y la sal disuelta. Se amasa hasta obtener una masa suave y compacta, hasta que no se pegue en las manos y en la superficie de trabajo. Luego se deja reposar unos 15 min.

• Posteriormente, esa masa se extiende bien y se le coloca el papelón rallado (o panela), muy bien distribuido por la superficie. Se hace lo mismo con el queso rallado.

• Se enrolla la masa y se cortan los panes, en forma de caracol.

• Se colocan en una bandeja previamente engrasada y enharinada. Se dejan reposar 2 horas antes de llevar al horno. Se barnizan con melado de papelón grueso.

• Ahora sí, es momento de llevarlos al horno, unos 30 min a 180º C. Una vez se saquen del horno, se les coloca queso rallado por encima y están listos para comer.