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Naturaleza

Granjas flotantes de perlas, una tradición de lo más curiosa...

Granjas flotantes de perlas, una tradición de lo más curiosa...

En el pasado era un proceso natural y relativamente poco frecuente, de ahí el gran valor que siempre han tenido las perlas, y aunque a día de hoy el hombre interviene de forma decisiva, las perlas siguen siendo consideradas joyas de gran valor, porque el proceso de su formación lleva tiempo y es altamente tradicional.

La Bahía Ago es el lugar por excelencia en Japón para realizar el cultivo marino de perlas en granjas flotantes. Rodeada de montañas, hasta estas aguas llega una elevada cantidad de nutrientes, una gran cantidad de plancton muy nutritivo para las ostras habita aquí.

El cultivo de las perlas comienza con el crecimiento y desarrollo de las propias ostras. A principios del mes de Marzo, los espermatozoides y los huevos recolectados se fertilizan artificialmente en tanques de agua. Las larvas resultantes se adherirán a una malla de plástico preparada para tal fin en unos 20 días, y se las alimenta con plancton hasta que alcanzan un tamaño de unos 2 mm.

En esta fase es muy importante prestar atención a las condiciones del agua, ya que un agua contaminada podría matar a todas las ostras. A finales del mes de Abril o principios del mes de Mayo, las ostras según van creciendo van siendo trasladadas al mar desde los tanques de agua, usando mallas pequeñas, acorde a esta fase de su crecimiento. A medida que crecen, van usándose mallas cada vez más grandes.

Para el mes de Agosto, las ostras tendrán el tamaño aproximado de una moneda. Los parásitos deberán ser eliminados de su superficie y el agua debe tener una tonalidad verdosa por efecto del plancton del que se alimentan.

Las ostras se colocan en cajas acondicionadas y en aguas tranquilas, donde crecen de forma óptima. Estas cajas no tienen demasiados orificios, lo que provoca que las ostras no pueden respirar bien; el resultado, se desactivan y sus huevos o esperma son liberados, exactamente lo que se necesita para hacer hueco para el proceso conocido como "implantación".

Al abrirse, los agricultores de ostras colocan unos "tapones" que impiden que se cierren.

Para crear las perlas, lo que se hace es cortar un trozo de tejido del manto de una ostra donante, tejido del cual dependerá el color final de la perla. El otro componente fundamental es lo que se conoce como núcleo, que está hecho de conchas de agua dulce (se cortan, pulen y se les da forma redonda y brillante). El tamaño del núcleo determinará el tamaño de la futura perla.

La implantación del núcleo y un pedazo de tejido de manto en cada ostra se hace con herramientas similares a las de un dentista.

La temporada de implantación es entre Abril y Julio. Tras la implantación, se necesita tiempo para la recuperación de las ostras, ya que se les ha causado ciertos daños. Se las coloca en redes y se mantienen en aguas tranquilas. Su recuperación será lenta, y durará hasta el otoño.

Una vez terminada esa fase, se lavan con agua a alta presión y son devueltas al agua pero tras un traslado a aguas más cálidas, ya que las de esta bahía son demasiado frías en invierno. Las burbujas para entonces en el agua significan que las ostras estan volviendo a respirar correctamente.

La recolección de las perlas generadas se realiza a primeros del mes de Diciembre. Por un lado, se lavan las perlas con abundante agua y por otro, se cortan el cuerpo y músculo de las ostras, que se utilizarán en cocina.

Sin duda es un proceso de lo más curioso...

Comentarios (5)

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pedro • Hace 4 años, 1 mes

😳

maria • Hace 4 años, 1 mes

😍😍

margabarros • Hace 4 años, 1 mes

un trabajo de muchos meses y mucha paciencia sin duda...

victorgo18 • Hace 4 años, 1 mes

es todo un arte....😉

eleperez • Hace 4 años, 1 mes

😲😲😲