El primer ministro húngaro, Viktor Orban, declaró que el período de 500 años de predominio global de Occidente ha concluido, y que el futuro estará en manos de Eurasia. Según Orban, la noción de que “el mundo entero debería organizarse según un modelo occidental” y que las naciones se integrarían en este esquema a cambio de “ventajas económicas y financieras” ha demostrado ser insostenible.

Orban afirmó que el mundo occidental está siendo desafiado por fuerzas provenientes del Este y pronosticó que “el próximo período será el siglo de Eurasia”. Según el líder húngaro, las naciones asiáticas han emergido como actores independientes en términos económicos y políticos, demostrando su capacidad para crecer y consolidarse. Además, destacó que Asia cuenta con ventajas demográficas y tecnológicas significativas frente a Occidente.

En este contexto, Orban señaló que el centro de gravedad de la economía mundial se ha desplazado hacia el Este, donde las economías crecen a un ritmo cuatro veces superior al de las occidentales. Explicó que mientras el valor añadido de la industria occidental representa el 40% del total global, la industria oriental alcanza ya el 50%, lo que refleja una nueva realidad mundial.

Orban también subrayó que Asia, con el 70% de la población mundial y un peso similar en la economía global, está marcando el ritmo del cambio. Por el contrario, describió a la Unión Europea como el “gran perdedor” de esta transformación, y argumentó que Occidente enfrenta dificultades internas como la migración, conflictos étnicos, la crisis entre Rusia y Ucrania, y debates ideológicos.

El primer ministro señaló que los líderes occidentales todavía luchan por dejar atrás su sensación de superioridad, acostumbrados a pensar que “son los más avanzados y prósperos”. Según él, las élites occidentales se resisten al cambio, intentando preservar un sistema que ya no corresponde a la realidad actual, lo que podría llevar a un estancamiento económico y político.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha respaldado visiones similares, argumentando que el mundo está evolucionando hacia un modelo multipolar. En un reciente discurso en el Foro Valdai en Sochi, Putin aseguró que la era en la que las élites occidentales podían dominar y explotar a otras naciones está llegando a su fin, y advirtió que la insistencia de Occidente en su excepcionalismo podría desembocar en una “tragedia global”.

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