Oí hablar de ellas por primera vez hace unos años en el sureste asiático y me parecieron unos animales fascinantes. 

Les hablo del género Chrysopelea, formado por 5 especies de serpiente originarias de las selvas tropicales del sur y sureste asiático. Son serpientes relativamente pequeñas, las de menor tamaño miden unos 60 cm de largo y las más grandes sobrepasan el metro.

Se alimentan normalmente de roedores, lagartos, ranas, pájaros y murciélagos. Aunque son algo venenosas resultan inofensivas para el ser humano por tener los dientes pequeños y situados en la parte trasera de la boca.

Técnicamente no es que vuelen, ya que no son capaces de volar más alto del lugar donde empezaron (generalmente las ramas de los árboles, de unos árboles a otros) pero planean de una forma muy curiosa y espectacular, alcanzando muchas veces incluso los 100 m en sus desplazamientos. Posiblemente no lo hacen muy habitualmente, quizá para huir de depredadores, etc, pero el hecho de que hagan esto convierte a estas serpientes en una animales increíbles.

Estas serpientes voladoras se preparan para el "despegue" deslizándose hasta el extremo de una rama y colgándose de ella con el cuerpo en forma de J. Entonces se impulsan hacia fuera con la parte inferior del cuerpo, adquiriendo rápidamente la forma de una S y se aplanan hasta casi el doble de su anchura normal, dando a su cuerpo, habitualmente redondeado, forma cóncava de C, lo que les permite atrapar el aire.

Planean tan bien, de hecho, que en realidad lo hacen mejor que su equivalente entre los mamíferos, la ardilla voladora.

Y es que durante el vuelo, estos animales despliegan sus costillas y se aplanan hasta duplicar el ancho de su cuerpo, lo que aumenta de forma espectacular la eficacia de su planeo, pero además, hacen continuas ondulaciones de su cuerpo, y hace más bien poco se ha descubierto porqué lo hacen. Parece ser que se mejora la eficacia del planeo con estos movimientos ondulantes, de hecho, ayudan a estabilizar y a alargar el vuelo de estas serpientes. (estos movimientos es fácil verlos en animales marinos, pero en el aire resultan extraños).

¿Curioso no? :)