Conocida también como  la "primera mujer almirante" o "la Gobernadora sin tierra", esta extraordinaria mujer, gallega ella (posiblemente de Pontevedra, España) y nacida en 1567, jugó un importante papel en en la conquista y posterior colonización del Nuevo Mundo.

El caso de esta mujer es curioso, y muy singular, ya que llegó a ser Gobernadora de las islas Salomón (en el Pacífico) y, además, ejerció como almirante de la flota que les condujo, en un viaje durísimo, hasta las islas Filipinas.

Parece que, aun siendo española de origen, gallega como ya he dicho. viajó muy joven a Perú con su familia y antes de los 20 años se casó con el adelantado leonés Álvaro de Mendaña (ya por entonces un veterano de los viajes a las Indias y que además había capitaneado una expedición al Pacífico años antes buscando la "Tierra de Ofir", unas islas que los españoles identificaron como el lugar donde se encontrarían las míticas minas del rey Salomón).

Aquella expedición supuso el descubrimiento de las islas Salomón entre otras, y si bien no encontraron el famosos oro, regresaron a Perú sin abandonar su idea de volver con más hombres y medios para explorar ese conjunto imenso de islas, fundar un asentamiento en aquellas islas y poblarlas.

Álvaro de Mendaña no pudo regresar hasta 25 años después, en 1595, pero ahora los planes eran mucho más ambiciosos que años atrás, porque ahora iban a establecerse allí, embarcándo también varias mujeres junto a sus esposos, entre ellas Isabel Barreto.

Cuatro barcos formaron la expedición, la San Gerónimo, nave capitana al mando de Pedro Hernández de Quirós; la Santa Isabel; la San Felipe y la Santa Catalina.

En este viaje es cuando toma forma la increíble historia de Barreto. ya que Álvaro de Mendaña enfermó gravemente y murió en cuestión de unas semanas. Antes del trágico final, legó a su esposa, Isabel Barreto, la gobernación de las islas Salomón, y nombro capitán general de toda la armada al hermano de ésta, Lorenzo Barreto. 

Increiblemente, Lorenzo murió poco después, quedando Isabel al frente de todo, teniendo que gestionar las tensiones y conflictos derivados de las penurias vividas, la falta de oro y las reyertas entre españoles y también con los nativos.

Todos estos problemas llevaron a Isabel a abandonar el asentamiento de las Salomón y dirigirse a Filipinas, en medio de terribles pérdidas y penurias.

Durante los siguientes 3 meses, en continuo riesgo de motines de una tripulación hambrienta, descontenta y cansada, Barreto racionó las provisiones de manera estricta, custodiando la llave de la despensa e infringiendo duros castigos a los marineros que trataron de saltarse sus órdenes o hurtar algo de bebida o comida.

Sólo llegó a Filipinas, en febrero del año 1596, la nao San Gerónimo, la nave capitana, con mulltitud de personas,hombres y mujeres, famélicas y enfermas en buena parte. 

Tras un tiempo, Barreto se casó con Fernando de Castro, general de la Armada, del galeón de Manila. Regresó junto a su esposo tiempo después a la Nueva España y posteriormente se trasladó a Perú, tratando de ver reconocido su cargo de Gobernadora para poder instalarse en las islas Salomón junto a su nuevo esposo, pero eso nunca sucedería.

Sin duda es la historia de una mujer valiente que supo sobreponerse a la adversidad de sus circunstancias, y si bien la imagen que de ella se ha dado fue de una persona cruel con la tripulación durante su periplo hacia Filipinas, sea como fuere demostró un enorme carácter y voluntad de superación...

Su historia aun hoy en dia tiene muchas lagunas y pocas certezas, pero sin duda es muy interesante...