Como veo que en Vicmun se publican historias interesantes y curiosas, cosa que me encanta, (me parece diferente, una red social en la que poder entretenerse curioseando y aprendiendo de las aportaciones de los demás), aquí les traigo una historia que me encanta, curiosa donde las haya, la de Jeanne Baret, nacida el 27 de julio de 1740 en la pequeña localidad de La Comelle (Francia).

Baret, cuyos trabajos científicos quedaron en un segundo plano hasta el año 2019, cuando Glynis Ridley publicó el libro "El descubrimiento de Jeanne Baret", fue una botánica francesa que, entre los años 1767 y 1776, cuando la oceanografía ni siquiera existía como disciplina científica, dio la vuelta al mundo navegando, disfrazada de hombre!!! si, han leído bien...

Todo comenzó cuando, tras la muerte de su padre, abandona la granja familiar de Comelle y comienza a trabajar como institutriz del hijo del científico (naturalista y botánico) Philibert Commerson, de quien aprendería botánica, convirtiéndose en su ayudante.

Pocos años después, y cuando ella aún era muy joven, Commerson fue nombrado botánico del rey Luis XVI.

La vida de Baret dio un cambio radical cuando Commerson, en su calidad de prestigioso científico, fue invitado por Carl Linnaeus (el ideólogo del sistema para nombrar especies vegetales que la ciencia todavía utiliza hoy) a participar en la primera expedición francesa en dar la vuelta al mundo, empleándose para ello 2 barcos de guerra bajo el mando de Louis Antoine de Bougainville.

Como su ayudante, la valiente exploradora se unió a la expedición, ya que Commerson le pidió que lo ayudara a identificar y recolectar especies de plantas debido a su amplio conocimiento botánico.

Lo increíble de la historia es que tuvo que hacerlo disfrazada de hombre puesto que, por aquel entonces, estaba prohibido que las mujeres embarcarsen en las naves de la Marine Royale francesa. Fue entonces cuando Baret pasaría a llamarse Jean, envolviendo su pecho con vendas y vistiéndose con ropa holgada para ocultar el engaño.

Durante el viaje Baret tuvo que realizar trabajos muy duros claro está, como cualquier otro integrante masculino de la expedición, incluido el transporte de las pesadas y engorrosas prensas de plantas de madera utilizadas para preservar las especias botánicas.

Hicieron escala en destinos increíbles y paradisíacos como Tierra del Fuego, Tahití o Mauricio, donde la joven Baret participó junto a Commerson en la recolección de más de 6.000 especímenes de plantas.

Parece ser que hubo momentos del viaje en los cuales Commerson sufrió problemas de salud y fue Baret (o Jean en ese momento) quien pasó a dirigir la expedición como botánico principal.

Como curiosidad, el descubrimiento de una planta que muchos conocemos hoy en día, la que llamamos Buganvilla, una vid con flores brillantes y hermosas originaria de América del Sur, se le atribuye a ella (concretamente la Bougainvillea brasiliensis). 

En 1768, en Tahití, y tras 2 años de viaje, su identidad fue descubierta por una tribu y, más adelante, fue obligada a abandonar la nave en Isla Mauricio junto a Commerson, quien fallecería en 1773 (pero no fue procesada ni detenida, ya que su labor y contribuciones habían sido importantísimas).

Aunque parecía que su viaje podría haber acabado aquí, no fue asi, ya que, aun sin recursos, Baret abrió un cabaret en Port Louis, donde conoció a Jean Dubernat, un oficial naval francés con quien se casaría en 1774, pudiendo de esa manera regresar a Francia, y completar así la vuelta al mundo a través de sus océanos.

En 1776 llegó a Francia con una impresionante colección de más de 6.000 especies de plantas, y hasta el mismísimo rey Luis XVI felicitó a Barey, concediéndole una renta vitalicia.

Jeanne Baret falleció el 5 de agosto de 1807, a los 67 años, en la pequeña comuna de Saint-Aulaye, en la región de Nueva Aquitania, con el único reconocimiento público de haber sido la amante del naturalista y botánico Philibert Commerson.

Tuvieron que pasar 2 siglos para que el reconocimiento mundial a su gesta de circunnavegar el mundo y a sus descubrimientos le diera la justa fama que nunca tuvo en vida.

Hoy ya conocemos su historia, una historia de aventura, exploración y pasión por la botánica...

Espero que les haya gustado!!!