"El cuerpo humano sabe muy parecido al cerdo. Si lo mezclas, nadie puede notar la diferencia".
Imagina que en una noche oscura manejas por una carretera desolada, no hay ningún autobús o carro a tu alrededor, la neblina cubre el camino y tan solo la luz de la luna y los farros de tu automóvil son el único medio que tienes para ver en aquella oscura noche. Te va miedo el ambiente y no quieres detenerte, pues quieres llegar rápido a tu destino, pero en ese momento tu medio de transporte empieza a fallar en plena carretera y por azares del destino se queda parado frente a un restaurante con aspecto lúgubre. Sin ninguna persona en su interior. Estás solo en esa carretera, con un teléfono que no funciona, un auto descompuesto y un restaurante del cual cuelga un anuncio neón con el letrero, ‘’día de hamburguesas’’.
Decides meterte dentro del lugar para pedir un teléfono y percibes un agradable olor de hamburguesas, preguntas a un empleado obeso si puedes usar el teléfono para llamar una grúa, este con su sonrisa malvada te dice que si puedes, y es así que te diriges al teléfono, pero para tu sorpresa descubres que no funciona. Este señor obeso te dice que te ofrece una hamburguesa como cortesía de la casa, la aceptas y te quedas solo en ese desolado lugar, escuchando el viento pasar a través de la puerta donde cuelga una campanilla para avisar cuando entra alguien, el letrero neón parpadea una y otra vez, este señor obeso no aparece. Tú te comes la hamburguesa, pero cuando menos lo imaginas sientes un golpe fuerte en la cabeza y tu última imagen es la de ese señor obeso, agarrándote de las piernas para llevarte detrás de la barra, tú te aferras al piso, tus uñas se rompen, pero este señor tiene más fuerza, no tienes fuerza, te lleva hacia una puerta donde todo está oscuro, por más que gritas, nadie te oye y tus gritos son solo un eco en aquella noche y desapareces detrás de esa puerta, mientras el letrero neón parpadea una y otra vez y las moscas se paran sobre tu hamburguesa recién mordida.
Esto es quizá lo que te hubiera pasado si te hubieras topado con Joseph Metheny, un terrible asesino en serie que elaboraba hamburguesas de carne humana con las victimas que secuestraba y en esta noche te voy a contar la historia de este temible asesino. Joseph Roy Metheny fue un asesino estadounidense del área de Baltimore, Maryland , que dijo que era un asesino en serie y que había matado hasta 13 personas. Sin embargo, solo se encontraron pruebas suficientes para condenarlo por dos asesinatos. Sus víctimas estaban muy involucradas con el alcohol y las drogas duras adictivas, al igual que el propio Metheny, y los asesinatos también involucraron brutales agresiones sexuales. También conocido "El Caníbal", Joseph Metheny era un hombre con obesidad mórbida, una sonrisa degenerada y ojos vacíos que parecían no tener culpa.
Para conocer a este asesino vamos a adentrarnos en la parte interesante de los asesinos en serie, su pasado. Los abogados de Metheny dijeron que había sido descuidado cuando era niño, que su padre era un alcohólico que murió en un accidente automovilístico cuando Metheny tenía seis años, y que su madre había descuidado a sus seis hijos mientras trabajaba en turnos dobles fuera de la casa. De hecho, Metheny dijo que sus padres a menudo lo enviaban a vivir con otras familias en arreglos "similares a los de un hogar de crianza".
Irónicamente, Metheny era conocido como "Tiny" en la década de 1990, ya que medía 6′1 ″ de altura, era de complexión grande y tenía sobrepeso. Y había estado pasando tiempo en bares, viviendo con bandas de hombres sin hogar en campamentos improvisados en el sur de Baltimore , y gastando casi todo su dinero en crack , heroína y licor. Sin embargo, mantuvo un trabajo estable como conductor de montacargas y fue descrito universalmente como inteligente, bien hablado y muy educado.
Metheny asesinó a Cathy Ann Magaziner en 1994, una mujer de 39 años que había sido condenada por prostitución, y enterró su cuerpo en una tumba poco profunda en el sitio de la fábrica donde trabajaba. El cuerpo permaneció allí durante más de dos años. Más tarde dijo que la había estrangulado y que desenterró su esqueleto seis meses después, metió su cabeza en una caja y la tiró a la basura.
Metheny fue juzgado por asesinato en un caso diferente en 1995 por presuntamente matar a Randall Brewer y Randy Piker con un hacha en un campamento de "ciudad de tiendas " para personas sin hogar debajo del puente de la calle Hanover en Baltimore. Hubo disputas que involucraron a grupos rivales de vagabundos, y Larry Amos robó el arma homicida y la usó para matar a Everett Dowell, otro vagabundo. Los cuerpos fueron descubiertos el 2 de agosto de 1995, el mismo día en que Dowell fue asesinado. Amos fue arrestado y acusado de asesinato en primer grado y se declaró culpable del cargo menor de homicidio sin premeditación; fue puesto en libertad tras cumplir un año y nueve meses de una condena de ocho años. Un jurado concluyó en julio de 1996 que no había pruebas suficientes para condenar a Metheny por el asesinato de Brewer y Piker, pero luego dijo que era culpable de esos asesinatos.
Metheny mató a Kimberly Lynn Spicer a mediados de noviembre de 1996 apuñalándola con un cuchillo. Secuestró a Rita Kemper el 8 de diciembre de 1996 e intentó violarla. Según los fiscales, compartió drogas con Kemper en el remolque donde vivía en el sitio de la fábrica de paletas. Ella se negó a tener sexo con él y salió corriendo del remolque, por lo que él la persiguió, la golpeó, la arrastró de regreso al remolque y luego le bajó los pantalones e intentó violarla. Kemper dijo que había intentado asesinarla, diciendo: "Te voy a matar y a enterrarte en el bosque con las otras chicas". Ella escapó por una ventana del remolque y huyó hacia los agentes de policía de la zona.
Luego, Metheny le pidió a un amigo que lo ayudara a enterrar el cuerpo de Spicer que había estado escondiendo en el sitio de la fábrica desde que la mató un mes antes. El amigo lo denunció a la policía el 15 de diciembre de 1996, y Metheny fue arrestado y acusado de asesinato ese mismo día. El dueño del negocio fue arrestado con Metheny cuando salían de una fiesta de Navidad y fue acusado como cómplice después del hecho por presuntamente disponer de pruebas. Metheny comenzó a confesar otros asesinatos, así como el de Spicer. Condujo a la policía a la tumba poco profunda donde había vuelto a enterrar los restos decapitados de Magaziner. Gran parte del cráneo faltaba, pero la policía pudo identificar a Magaziner a partir de los registros dentales.
La policía dijo que había elegido a jóvenes trabajadoras sexuales blancas adictas a la heroína y la cocaína. Los asesinatos también involucraron brutales agresiones sexuales. Fue acusado formalmente de matar a Toni Lynn Ingrassia, de 28 años, pero esos cargos fueron retirados más tarde por falta de pruebas. Afirmó haber matado también a otras tres prostitutas a lo largo de Washington Boulevard en Baltimore, aunque no había pruebas de la mayoría de esos delitos aparte de su confesión.
Dijo que había arrojado cadáveres al río Patapsco y que nunca los habían encontrado. De hecho, el periódico ‘’Baltimore Sun’’ informó en 1997 que no estaba claro cuán veraces eran sus afirmaciones sobre la cantidad de personas que había matado, aunque dijo que había matado hasta 10 personas. Pero su abogado dijo que estaba arrepentido y que las drogas y el alcohol habían cambiado su personalidad y lo habían vuelto violento.
Joe Metheny admitió ocho asesinatos, entre los que se encontraban los de una noche en 1995, en la que invitó a las prostitutas Cathy Ann Magaziner y Kimberly Spicer a su tráiler para apuñalarlas y estrangularlas hasta morir. Pero Joe fue más allá que el "tradicional asesino"; desmembró los cuerpos de las mujeres y guardó la carne para comerlas después. Su declaración no mostró ningún atisbo de culpa. Según Metheny, abrió un pequeño puesto de carne y comenzó a vender la comida humana junto con la de los animales.
El cuerpo de Kimberly Spicer fue encontrado a pocos pasos del tráiler de Metheny y los investigadores también lo pudieron conectar a la muerte de otra mujer. La mente del asesino era claramente inestable y al momento de su arresto confesó que había matado a otras cinco personas. ¿A qué se debía su furia imparable? Según el hombre rosado "redneck" con barba y acento rural, todo fue porque su mujer se fue de la casa.
Metheny vivía con su esposa adicta al crack y un hijo de seis años, pero un día llegó a la casa y ya no estaban; la mujer se había ido con otro hombre y los encargados de protección infantil tomaron custodia de su hijo. El asesino estaba convencido de que la pareja vivía bajo un puente y que los fue a cazar con un hacha.
"No estaban ahí. Pero los dos vagabundos hijos de perra se drogaron cuando estaban ahí. Estaban desmayados en un colchón apestoso y fue cuando me fui, pero ya estaban hechos pedazos".
Los detectives no sabían si Metheny estaba delirante o si de verdad había matado a su esposa con su amante o a otras tres personas. Su siguiente víctima, según él, fue otra prostituta a la que le pidió información sobre su esposa. "Actuó como si no supiera nada, así que la golpeé como un demonio y violé su culo, después la maté". Acto seguido, bajó el puente y mató a otra mujer. Después se dio cuenta de que un hombre que pescaba lo miró; decidió tomar un tubo de metal y abrir su cabeza a golpes. La declaración de Metheny resaltaba el hecho de que le ató piedras a los cuerpos para aventarlos al río Patapsco.
Pero Metheny no había matado a nadie el día de su arresto, Rita Kemper huyó y logró salvar su vida ese día; nadie comprendía si el Metheny mentía por gusto o si su mente estaba tan desequilibrada que confesaba crímenes pasados. Tampoco se comprobó si en realidad abrió su puesto de carne para vender el cuerpo de sus víctimas "hipotéticas", pero sí fue acusado del asesinato de las tres mujeres que fueron descubiertas. Fue juzgado en 1997 en el caso Kemper y condenado a 50 años por secuestro e intento de agresión sexual. Fue absuelto de intentar asesinarla. Fue condenado a muerte en 1998 por el asesinato de Spicer. En su audiencia de sentencia, dijo que cometió asesinatos porque "lo disfrutó", que "se apresuró a hacerlo, se emocionó" y "no tenía ninguna excusa real por la cual, aparte de yo gusta hacerlo ".
En agosto de 1998, se declaró culpable de asesinar y robar a Magaziner, y los fiscales también solicitaron la pena de muerte en ese caso. Recibió una sentencia de cadena perpetua en ese caso. Su sentencia de muerte fue anulada en 2000, y la sentencia por el asesinato de Spicer fue reducida a cadena perpetua sin libertad condicional. El fundamento de la pena de muerte fue que el asesinato se había cometido al cometer un robo, pero las pruebas indicaban que el robo no era su motivación. Fue encontrado muerto en su celda de la prisión en la Institución Correccional Occidental en Cumberland, Maryland, el 5 de agosto de 2017, a la edad de 62 años.
Metheny tenía una mente enferma que lo llevó a asesinar a 3 mujeres y posiblemente a otras que no fueron descubiertas, pero más allá de eso, su desequilibro es notable a través de sus declaraciones y falsas confesiones, que muestran un enojo y violencia atemorizante. La psique humana es maleable, pero muchas veces la genética es un fuerte motivo para desarrollar una conducta similar a la de Joe "El Caníbal" Metheny. Asesinos como él nos intrigan y aterran a la vez, pero quizá lo que resalta de él son estas palabras que pronunció a poco de ser sentenciado, revelando una vez más, esa versión de los humanos que preferimos pretender que no existe.
Como dato curioso, hay un personaje en la caricatura de ‘’Coraje el Perro Cobarde’’ que se basó en este cruel asesino.
vaya personaje...😖😖
😲😲😲
como para encontrártelo en un callejón oscuro...madre mia...😖
😳 una historia de auténtico terror...
Qué grima.... 😁
Wowww! la historia me ha enganchado. Desde luego que mala suerte cruzarte en su camino.
Pone los pelos de punta...
😱😱😱 vaya historia!!!
terrible...😖
😲😲😲 madre mia...qué horror...un personaje espeluznante...