En el año 1887 en la Punta de la Vaca se estaban realizando una serie de obras para la preparación de la Exposición Marítima Internacional que se celebraría en la ciudad. Durante las obras se encontraron una serie de hipogeos fenicios (cámaras subterráneas con finalidad funeraria) por lo que el lugar pasaría a ser un yacimiento arqueológico y comenzaría la excavación. 

El 30 de mayo de ese mismo año, durante el hallazgo de una de las cámaras se encontró en su interior una de las piezas más fascinantes que tenemos en nuestra ciudad: el sarcófago fenicio masculino. Este hallazgo fue el punto de inflexión que tuvo la ciudad para, por fin, tener un museo arqueológico en el que depositar los diferentes descubrimientos.

El descubrimiento de un sarcófago masculino dejó al joven Pelayo Quintero, estudiante de derecho muy interesado en las artes y la arqueología, perplejo y pensativo, ¡¡Si existía un sarcófago masculino debía existir su contraparte: un sarcófago femenino!! 

Los años pasaban y en la Punta de la Vaca fueron pasando profesionales del oficio, entre ellos Pelayo, que se había convertido en arqueologo y por aquel entonces en director del Museo Provincial de Bellas Artes de Cádiz, encontrando diferentes restos y tumbas, pero ninguna de la importancia del sarcófago masculino.

Al finalizar la Guerra Civil Española Pelayo se traslada a Tetuán donde residiría hasta su muerte en el año 1946. Pelayo buscó durante toda su vida el sarcófago sin éxito, obsesionado por una mujer que nunca conocería. 

Los años pasan.

26 de septiembre de 1980. Uno de solares de la calle Ruiz de Alda está en obras ya que se está construyendo un edificio nuevo. El Museo de Cádiz recibe una llamada. Han encontrado una tumba. El museo da las órdenes de tapar con arena el objeto, ya que era casi de noche, y continuar las excavaciones al día siguiente. 

El lunes 29 el personal del museo se traslada al solar para descubrir que la corazonada de Pelayo era cierta: habían encontrado el sarcófago femenino, La Dama de Cádiz. 

Lo realmente divertido de la historia es que La Dama de Cádiz apareció en el solar dónde, años atrás, Pelayo había tenido su hogar durante su estancia en Cádiz. Había permanecido debajo de sus pies durante todo ese tiempo.

La Dama de Cádiz actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico de Cádiz en la Plaza Mina.

1. Rostro de La Dama de Cádiz.

2. Hipogeos fenicios.

3. Sarcófago masculino durante las excavaciones.

4. Mapa de Cádiz dónde se señalan los puntos en los que se encontraron ambos sarcófagos. Entre ellos había aproximadamente 1km de distancia. La parte sombreada sería el canal Bahía-Caleta que separaba las islas de Eryteia y Kotinoussa (parte alargada, necrópolis, dónde aparecieron los sarcófagos) en época fenicia.

5. Sarcófago femenino durante las excavaciones.