Muchos habrán visto la película de Steven Spielberg "Catch ne if you can" ("Atrápame si puedes" en español) del año 2002, con Leonardo di Caprio y Tom Hanks, y ya sabrán que está basada en la vida de Frank William Abagnale Jr (en la foto, a la izquierda), a raíz de que, en 1980, éste publicara su autobiografía, dando a conocer una historia sencillamente increíble.

Sin embargo, si no lo sabían o no conocen la historia de este insólito "impostor", se la contamos, porque es que es digna de ser contada, por lo increíble que resulta, al incurrir en estafa en EEUU y otros 26 países, con sólo 16 años, convirtiéndose en un estafador legendario.

Durante 5 años cobró cerca de 4 millones de dólares con cheques falsos (hoy se estima que aerían unos 15 millones), haciéndose pasar por piloto, médico y abogado.

Y lo más increíble, cuando lo pillaron, a pesar de sus antecedentes y después de cumplir una condena de 5 años, impresionó tanto a las autoridades norteamericanas que el FBI y varias multinacionales lo contrataron para realizar asesorías en seguridad.

Todo empezó en 1964 cuando sus padres se separan y se va de casa. Con su 1,83 m de estatura y pareciendo mayor, empezó su carrera delictiva.

Parece ser que en una ocasión conoció a una prostituta que le cobró 1.000 dólares por sus servicios. Frank le dijo que no tenía efectivo, pero sí un cheque de gerencia de 1.400 dólares. Ella le dio 400 dólares de cambio, sin percatarse de que el cheque era falso. y ASÍ muchas...

Pero lo más increíble de su historia fue quizá hacerse pasar por piloto, nada más y nada menos que durante 2 años, y gracias a lo cual recorrió el mundo y se hospedó en los mejores hoteles sin gastar un dólar., y por qué, porque le echó cara y nadie se preocupó de comprobarlo. Para ello tuvo que conseguir un uniforme, y qué hizo? llamó a las oficinas de Pan American Airlines, diciendo que era piloto, que tenía un vuelo en unas horas pero que su uniforme se había perdido en un hotel. Le dijeron dónde quedaba el almacén logístico y que le descontarían el precio del uniforme de su sueldo, dio un número falso de empleado y obtuvo el uniforme.

Para la identificación, consiguió una de pruba con su propia foto. Lo curioso es que, en realidad, de piloto sólo tenía la apariencia, porque siempre viajó como tripulante invitado en cabina.

Pero también fue pediatra (con la suerte de que que nunca tuvo que atender una urgencia médica). Se dedicó a ello cundo el FBI ya le había echado el ojo. Como siempre, la suerte actuó a su favor: uno de sus vecinos, en Atlanta, era el administrador de un hospital y necesitaba reemplazo para uno de los médicos. Frank falsificó sus credenciales y además se ganó el respeto de sus 'colegas' por la credibilidad que transmitía.

La historia no acaba aquí, además de piloto y médico, también fue "abogado", y por increíble que parezca, trabajó en la oficina del Fiscal General de Louisiana. Incluso llegó a participar en los tribunales haciendo presentaciones magistrales habiendo estudiado leyes sólo durante 2 semanas, y, en esta ocasión, aprobó los exámenes sin haber asistido nunca a la Universidad.

Otras "ocupaciones" que tuvo fueron: vigilante de banco, profesor de sociología de la Universidad de Columbia y oficial del FBI.

El chollo acabó cuando una azafata de Air France lo reconoció y fue arrestado en Francia a los 21 años. Vivió en las peores condiciones durante medio año en un calabozo de Perpignan. Más tarde fue extraditado a Suecia, donde permaneció varios meses, hasta que lo enviaron a EEUU.

Y para continuar con sus peripecias, se escapó durante el traslado: el avión estaba aterrizando en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York cuando pidió permiso para ir al baño. Allí desmontó el inodoro, se introdujo en el depósito y salió por la pista con el avión en movimiento.

Un mes después lo capturaron caminando frente al Hotel Waldorf Astoria de Nueva York. Lo condenaron a 12 años pero sólo estuvo recluido 5.

Durante su tiempo en prisión consiguió el diploma de bachiller y empezó estudios en leyes y contabilidad. Un oficial le ofreció la libertad condicional a cambio de trabajar para el FBI. Se trataba de Joe Shea, uno de los agentes que siguió de cerca sus pasos y a quien Tom Hanks interpreta en la película. Shea se convirtió en uno de sus mejores amigos.

Absolutamente increíble...