Si las palabras valentía y coraje tienen algún significado, sin duda alguna deberán acompañar siempre al nombre de Witold Pilecki, nacido en 1901 en Olonets, una pequeña población al noroeste de Rusia, y descendiente de polacos.
En septiembre de 1939 el Tercer Reich de Hitler inicia su andadura y comienza la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia. El ejército polaco fue derrotado estrepitosamente en apenas unas semanas y las batallas supusieron la pérdida de cientos de vidas.
Pilecki había sido asignado a la 19ª división de infantería del ejército polaco como comandante de pelotón de caballería. Después de que la Unión Soviética invadiera el este de Polonia, la división de Pilecki fue disuelta y él volvió a Varsovia.
Fundador del "Ejército Secreto Polaco", una de las primeras organizaciones clandestinas en Polonia, a partir de aquí es cuando comienza esta increíble historia:
En 1940, la Gestapo detiene a varios miembros del grupo de resistencia de Pilecki y los envía al Campo de Concentración de Auschwitz, en Polonia.
En aquel entonces nadie sabía lo que ocurría exactamente en los campos de concentración alemanes, y quizá por ello él y sus compañeros empiezan a fijarse en estos campos, empujados también porque éstos habían sido el destino de varios miembros de su grupo de resistencia.
Pilecki idea un plan que aun hoy en día suena totalmente descabellado: él pensaba que si se dejaba atrapar y lo arrestaban posiblemente sería encerrado en Auschwitz, y si eso pasaba, podría rescatar a sus compañeros cautivos y ser además un agente infiltrado dentro del campo, recabando información, y organizar la resistencia de los reclusos.
Y eso hizo, el 19 de septiembre de 1940 Pilecki se deja atrapar deliberadamente durante una redada de las temidas Schutzstaffel (SS) en Varsovia (fue detenido bajo el nombre de Serafiński junto a otros 2.000 civiles inocentes).
Durante dos días soportaron las torturas en los cuarteles de la Wehrmacht y, los que sobrevivieron a las palizas, fueron enviados al campo de Auschwitz, entre ellos Pilecki, tatuado con el número 4859.
Una vez dentro del campo de Auschwitz, y a pesar de las infecciones, piojos, desnutrición, neumonía, los trabajos forzados,el frío, etc...recluta gente y forma un grupo de resistencia, el conocido como Union of Military Organization (ZOW en polaco).
ZOW parece ser que se comunicaba clandestinamente con fuentes del exterior (sobre todo civiles que vivían en las cercanías).
De esta forma fueron capaces de proporcionar información secreta sobre el campo con cierta regularidad y, a partir de octubre de 1940, llegaron a enviar informes a Varsovia. Más tarde, a partir de marzo de 1941 los informes de Pilecki serían enviados, a través de la resistencia polaca, al gobierno británico en Londres.
Incluso llegaron a construir un transmisor de radio dentro del campo con piezas de contrabando (les llevó 7 meses hacerlo) con el que enviar transmisiones, ya en 1942.
Por aquel entonces se estaban asesinando a unas 4.000 personas al día y así lo transmitió Pilecki y su grupo desde dentro.
Cuando la Gestapo empezó a estar tras la pista de ZOW en el campo, y comenzaran a capturar y asesinar a varios de sus miembros, Pilecki decidió que era el momento de salir del campo de concentración, así que, junto a 2 compañeros, y después de que les hubieran asignado un turno de noche en la panadería del campo, fuera de la cerca, cortaron las líneas telefónicas y se escaparon robando varios documentos de los alemanes.
El "Informe de Witold", el primer relato integral del Holocausto de un testigo desde dentro, de primera mano, supuso una fuente de información vital sobre la situación real en Auschwitz para los aliados.
Lo llamativo es que muchos no creyeron que esa fuera la realidad en los países ocupados, no podía ser que el ser humano pudiera hacer algo así, y lo cierto es que aún hoy y sabiendo lo ocurrido, sigue siendo difícil de creer.
No se hizo gran cosa por parte de los aliados, ya fuera porque la situación en Europa era tan caótica que este asunto no era una prioridad de cara a ganar la guerra o por el motivo que fuera, no tuvo el eco que debió tener. Hubo (y hay) quien piensa que podrían haberse bombardeado estos campos y detener estas masacres, pero no se hizo, y curiosamente fue en las últimas etapas de la guerra, cuando los nazis aceleraron el ritno de las masacres...un tema controvertido sin duda.
Con la derrota de los nazis en 1945 el mundo conoció entonces lo que en esos campos había ocurrido, pero se sabía ya desde mucho antes de acabar la guerra por lo que parece...
71 años después de su muerte a manos de los comunistas, las nuevas autoridades en Polonia tras la guerra, su historia fascina hoy a los historiadores, a los criminólogos y a otros muchos.
Acusado de traición al Estado, lo que nunca admitió, la sentencia de muerte dictada por el tribunal se materializó en la prisión de Varsovia, en Mokotów, el 25 de mayo de 1948, cuando fue ejecutado con un disparo en la cabeza.
El rastro de Pilecki se perdió durante casi tres décadas, si bien con la democratización del país se ha podido recuperar gradualmente su memoria.
madre mia...en serio?😳
😲😲😲
es increíble...
vaya historia...