De todos los símbolos de la mitología nórdica, el Martillo de Thor (Mjöllnir) es uno de los más importantes históricamente, y es probablemente el más conocido hoy en día.

Thor era el dios del trueno, el dios que custodiaba Asgard, la fortaleza celestial de los Aesir, la principal tribu de dioses y diosas de la mitología nórdica. Los gigantes, las fuerzas del caos, a menudo intentaban destruir a Asgard y matar a los Aesir, y era tarea de Thor evitar que lo lograran.

El martillo era su arma principal, y cada vez que Thor lo lanzaba a un enemigo, volvía a sus manos como un boomerang. Con un ligero toque, este martillo, hacha o garrote podía además demoler montañas y provocar rayos y truenos.

El Martillo de Thor era la mejor arma que tenía el Aesir, pero es que era más que un arma. También ocupó un papel central en rituales de bendición, consagración, protección y curación, y además se usaba en ceremonias formales para bendecir matrimonios, nacimientos y probablemente funerales.

El martillo adoptó básicamente tres formas:

• La forma finesa, parecida a un hacha, con su borde cortante curvo. Se cree que esta forma tiene la influencia de las hachas arrojadizas franciscas utilizadas por los francos.
• Forma sueca, la más parecida a un martillo y la más popular hoy en día.
• En forma de cruz invertida. Esta es la forma islandesa del martillo de Thor.

Fabricado con un metal mágico capaz de contener encantamientos, el Mjolnir se beneficiaba de varios poderes ofrecidos por Odín. Ningún ser del universo tenía derecho a apoderarse de él y levantarlo del suelo si no lo merecía, ya que sólo podía tener un maestro. 

En la era vikinga, la gente a veces usaba amuletos de martillo en collares y colgantes para mostrar su fe en Thor, una contraparte de aquellos que usaban amuletos cruzados para significar su fe en Cristo (durante ese período fue probablemente una reacción en contra de la práctica cristiana).

A pesar de la llegada del cristianismo, la figura del dios nórdico Thor seguía teniendo una gran influencia en Escandinavia en países como Dinamarca, Noruega y Suecia durante la Edad Media.

Los guerreros continuaban invocando durante la batalla al poder de Thor. De igual modo, ciertas instituciones legales, como las cortes islandesas seguían mencionando en sus juramentos al todopoderoso Thor.

Posiblemente, el "paganismo" y el "cristianismo" estuvieron ampliamente entremezclados durante la era vikinga. Muchos, tal vez incluso la mayoría, de las personas tenían elementos de ambas religiones en sus creencias y prácticas. Por lo tanto, la cruz y el martillo podrían usarse simultáneamente sin causar aparentemente mucho revuelo o crear disonancia cognitiva.

Los orígenes del Martillo de Thor:

Un día, el embaucador Loki se sentía especialmente "tramposo", y cortó el cabello largo y dorado de la esposa de Thor, Sif. Enfurecido, Thor estaba a punto de matar a Loki cuando este último juró bajar a Svartalfheim, la tierra de los enanos Sindri y Brok, que eran reconocidos como los mejores herreros de todos los Nueve Mundos. Allí obtendría un mechón de pelo para Sif que era aún más maravilloso que el que había cortado. Thor consintió en este acuerdo.

Mientras estaba en las herrerías de los enanos, Loki pudo adquirir su premio y, al desafiar astutamente a varios enanos para demostrar quién era el mejor herrero, también adquirió varios tesoros más para los dioses (la lanza de Odín, el barco de Freyr, el collar de Freya o el cuerno de Heimdall). Entre estos tesoros estaba también el Martillo de Thor, que era corto en el mango porque Loki, en forma de mosca, mordió el párpado del enano que lo estaba forjando.

Cuando Thor vio el martillo, la mejor arma del universo a pesar de su defecto, aceptó dejar vivir a Loki...