Los antiguos egipcios practicaban la medicina con métodos más profesionalizados de lo que muchos pensarían a priori.
En el Antiguo Egipto tenían conocimientos avanzados de anatomía y cirugía. Además, trataron muchas enfermedades, incluidos trastornos dentales, ginecológicos, gastrointestinales y urinarios. Parece incluso que podrían haber podido diagnosticar la diabetes y algunos tipos de cáncer.
Las terapias utilizadas por lo antiguos egipcios iban desde diferentes plantas hasta productos animales y minerales. Algunas de las plantas todavía se utilizan en la actualidad. Afortunadamente, documentaron los detalles en piedra, arcilla o papiros, lo que ha permitido que hoy conozcamos sus prácticas. Aunque muchos de estos registros se han perdido o destruido, los documentos que han sobrevivido a los siglos representan una gran fuente de conocimiento en diferentes aspectos científicos, incluida la medicina.
El Antiguo Egipto (entre el 3300 a.C. y el 525 a.C.) es donde al parecer, se han encontrado los primeros inicios de lo que podriamos considerar la atención médica moderna, incluida la colocación de huesos, la odontología, la cirugía simple y el uso de diferentes conjuntos de farmacopeas medicinales.
La primera mención de un médico en la historia se remonta al 3533 a.C., en ese momento se documentó que Sekhet'enanch, médico jefe, curó al faraón Sahura de la quinta dinastía de una enfermedad en sus fosas nasales. Además, se ha encontrado documentación del uso de malaquita en el Antiguo Egipto como pintura y tratamiento para los ojos alrededor del año 4000 a.C.
Imhotep (2780 a.C.) fue el más famoso de los primeros médicos egipcios, además del principal visir del faraón Zoser, quien fue el primer rey de la Tercera Dinastía del Reino Antiguo. Además, fue conocido como el ingeniero de la pirámide escalonada en Sakkara.
Algunas imágenes talladas en los postes de la puerta de una tumba en Menfis pueden considerarse como las imágenes más antiguas conocidas de operaciones quirúrgicas (alrededor del 2500 a.C.).
Algunos conceptos básicos sobre la medicina tradicional egipcia antigua
Los antiguos egipcios no hacían una diferenciación clara entre medicina y magia, y es que consideraban que la salud y la enfermedad resultaban de la relación de las personas con el universo, que lo incluía todo: personas, animales, buenos y malos espíritus...
El concepto básico de salud y enfermedad según el Papiro de Ebers es que el cuerpo tiene veintidósvasos que conectan el cuerpo, transportando varias sustancias como la sangre, el aire, el semen, la mucosidad y las lágrimas. Estos vasos están conectados entre sí en algunos puntos, controlados por el corazón y abiertos al exterior desde varios puntos como el año. Los curanderos egipcios debían determinar el estado de estos vasos examinando el pulso del paciente. El equilibrio del sistema era vital para la salud humana al igual que el equilibrio en el curso y las inundaciones del Nilo es vital para Egipto. Si los vasos se encontraban bloqueados por materias extrañas o nocivas, entonces se producía la enfermedad. Estas materias nocivas podían ingresar al cuerpo del paciente a través de heridas o aberturas naturales.
La práctica médica estaba estrictamente prescrita por los Libros de Thoth, y si un paciente moría como resultado de una desviación de esta estricta línea de tratamiento, se consideraba un crimen capital. Si el paciente no mejoraba después de cuatro días de tratamiento. se permitía a los médicos modificar el tratamiento.
Además, había una jerarquía en la profesión médica, que comenzaba en el escalafón más bajo con el médico ordinario, después, el orden ascendente, el supervisor de médicos, el jefe de doctores, el mayor de los médicos y el inspector de médicos). También se ha ndescubierto pruebas que atestiguan la existencia de mujeres médicas.
Los antiguos egipcios llegaron a adquirir un conocimiento sorprendentemente preciso para su época sobre la anatomía, describiéndose en detalle muchas enfermedades de los sistemas óseo, alimentario, respiratorio, circulatorio, genital, muscular, nervioso, ocular, auditivo y olfativo. Identificaron además la función del corazón y su relación con los dos tipos de vasos sanguíneos, además, les era conocida también líquido cefalorraquídeo. Pensaron erróneamente no obstante que el corazón era el centro de todos los fluidos corporales, incluidas la orina y las lágrimas.
La cirugía en el antiguo Egipto era tan avanzada que los cirujanos usaban instrumentos bastante similares a los que se usan en la actualidad, como el bisturí, los fórceps y las tijeras. Las férulas estaban hechas de cañas unidas por tiras de lino o piezas de madera acolchadas con fibras vegetales.
Los antiguos egipcios suturaron heridas e incluso detuvieron el sangrado con el método de la cauterización.
Los furúnculos, los abscesos y las heridas sépticas se abrían quirúrgicamente y se drenaban con trozos de lino, y también se usaban cataplasmas. Un hombro dislocado se trataba de manera similar a lo que conocemos hoy como técnica de Kocher, y por ejemplo, una mandíbula dislocada se trababa con el método que se usa hoy en día.
El yeso que se usaba para las fracturas consistía en lino empapado en un material pegajoso que se endurecía. Hacían mucho la circuncisión y hay algunos relatos que documentan un tratamiento quirúrgico de una hernia.
Se tiene constancia de que los antiguos egipcios tenían conocimientos de psicología; Hay evidencias de sugerencias a los pacientes de escribir sus problemas en una carta a los familiares muertos (catarsis); también hubo algunos especialistas en interpretación de los sueños.
En la mayoría de los casos, los médicos del Antiguo Egipto recetaban un remedio en base a diferentes medicamentos, no uno solo. Las vías de administración de los fármacos eran básicamente cinco; oral, rectal, vaginal, tópica y por fumigación. Los tratamientos se daban en diferentes formas como; pastillas, tortas, ungüentos, colirios, gárgaras, supositorios, fumigaciones y baños.
Papiros médicos del Antiguo Egipto
La traducción de la piedra de Rosetta en 1822 brindó la oportunidad de traducir muchos papiros del Antiguo Egipto, incluidos los papiros médicos El idioma que se usaba para escribir en los papiros era sobre todo el hierático, el cual se escribía de derecha a izquierda, usando tinta roja para los encabezados y tinta negra para el grueso del texto. Los papiros se hacían en base a la planta del papiro machacada y entretejida y secada, dando lugar a hojas marrones que luego se escribían con pincel y tinta.
Los papiros médicos del Antiguo Egipto documentaron detalles sobre la forma en que practicaba la medicina. Los papiros describen en profundidad las enfermedades, cómo diagnosticarlas y los diferentes remedios que se usaban para tratarlas. Estos remedios incluían remedios a base de hierbas, a veces cirugía e incluso hechizos mágicos.
La mayor parte de nuestro conocimiento actual de la medicina tradicional egipcia antigua se originó a partir de los papiros médicos egipcios antiguos que incluyen: el papiro de Ebers, el papiro de Edwin Smith, el papiro de Kahun, el papiro médico de Ramesseum, el papiro de Hearst, el papiro médico de Londres, el papiro de Brugsch, el papiro de Carlsberg, el papiro médico de Chester Beatty, el Brooklyn Papyrus, el Erman Papyrus y el Leiden Papyrus.
Algunos de los más importantes son:
El Papiro ginecológico Kahun
El texto contiene 34 secciones que tratan sobre ginecología, anticoncepción y técnicas de concepción. Todos los tratamientos en el Kahun Papyrus son no quirúrgicos, variados e interesantes, incluyendo fumigaciones, masajes y medicamentos que se introducían en el cuerpo en forma de pesarios o como un líquido para beber o frotar sobre la piel.
El papiro de Edwin Smith
Este papiro se llama así por el hombre que lo compró en 1862 a un comerciante. Es un texto médico muy antiguo que data del 1600 a.C., Se trata de textos quirúrgicos donde se discuten 62 enfermedades y casos de cirugía, y sólo catorce casos con tratamientos conocidos, quizás porque otros casos eran enfermedades crónicas difíciles de tratar o incluso desconocidas por entonces.
El papiro de Ebers
El Papiro de Ebers se escribió en el 1550 a.C. incorporando 328 ingredientes diferentes (la mayoría de ellos se derivan de especies de plantas) para hacer 876 recetas. Es el papiro médico más largo (20 metros de largo y 30 cm de ancho) y el más completo de cuantos han sobrevivido. siendo una enciclopedia de medicina que discute detalles de una gran cantidad de recetas y tratamientos para una amplia variedad de enfermedades que estaban en boga entre los egipcios de la dinastía XVIII (1630–1350 a.C.). En él se habla de temas como la helmintiasis, la oftalmología, la dermatología, la ginecología, la obstetricia, la odontología y la cirugía. Hay una breve sección sobre psiquiatría, describiendo un “desánimo” que puede ser similar a la depresión en nuestro concepto actual; además, se describien en él más de 700 fórmulas mágicas.
El papiro médico Hearst
El papiro de Hearst contiene varios remedios que incluyen; seis remedios relacionados con la purga, ocho remedios relacionados con los dientes y los huesos, siete remedios relacionados con los dolores, once remedios relacionados con la digestión, diez remedios relacionados con los órganos urinarios, siete remedios relacionados con las enfermedades de la cabeza, treinta remedios relacionados con los vasos, ocho remedios relacionados con la sangre, trece remedios relacionados con el cabello, la piel, treinta y seis remedios relacionados con los dedos de manos y pies, dieciocho remedios relacionados con huesos rotos, siete o más remedios relacionados con mordeduras además de dos encantamientos y doce remedios contra enfermedades no identificadas
El papiro de Berlín
Fue descubierto en un frasco por Heinrich Brugsch durante las excavaciones en Saqqara a principios del siglo XX. Consta de 279 líneas de recetas y se encuentra en el Museo de Berlín. El papiro de Berlín habla de una prueba de embarazo; la mujer tenía que mojar la cebada y hervir con su orina todos los días… si crecía, daría a luz., y dependiendo de las circunstancias, sería niño o niña.
Las enfermedades conocidas por los antiguos egipcios
Se han documentado gran cantidad de prescripciones médicas para el manejo de diferentes trastornos urinarios como la hematuria, la retención de orina, la polaquiuria, la infección o la hidropesía.
Los médicos del antiguo Egipto conocían además una variedad de enfermedades cardíacas, que incluían la arritmia, el aneurisma, la insuficiencia cardíaca congestiva y la insuficiencia venosa.
Además, se trataban diferentes problemas dentales, incluyendo la caries dental, las úlceras bucales, la extracción de dientes, la piorrea, los abscesos, la formación de cálculos, la inflamación de las encías e incluso la dislocación de la mandíbula; todos estos datos se encuentran en los papiros de Edwin Smith y Ebers.
Se realizaron también cirugías dentales (se encontraron agujeros producidos quirúrgicamente y utilizados para un drenaje de un absceso debajo del primer molar en la mandíbula de una momia de la cuarta dinastía, alrededor del 2625-2510 a.C). Esta misma momia tenía dos dientes, un tercero inferior y un segundo molar inferior unidos por un alambre de oro alrededor de los márgenes gingivales, algo que se realizó en la boca. antes de la muerte.
La primera referencia médica conocida sobre la diabetes mellitus fue el Papiro de Ebers,
La primera descripción escrita del cáncer se informó en el papiro de Edwin Smith, y fue para un caso de cáncer de mama, que se describía como "un tumor abultado de la mama era una enfermedad grave y no había tratamiento para ella ". En el Papiro de Ebers se describen varios tumores como el de tiroides, pólipos y tumores de faringe, piel, estómago, recto y útero. Además, también se describen diferentes tipos de tratamientos para el cáncer como cauterización, bisturí o sales de plomo y azufre o pasta de arsénico.
Fármacos utilizados en el Antiguo Egipto
La farmacopea del Antiguo Egipto comprendía una amplia diversidad de tratamientos, que incluían minerales, metales, productos animales y fuentes vegetales.
La gama de plantas utilizadas por los antiguos egipcios era muy amplia, como plantas enteras o bien utilizando sus frutos, hojas, jugos o raíces. Estas plantas pertenecían a diferentes especies como la acacia, el anís, cebada, la casia, el ricino, el cilantro, el pepino, el comino, el dátil, el hinojo, el higo, la mora, el ajo, la calabaza, el enebro, el puerro, la lechuga, el loto, los guisantes, las semillas de amapola, el azafrán, el girasol, el styrax, el terebinto, el trigo, los brotes de sauce, el cardo blanco y el ajenjo.
Estas plantas contienen una amplia gama de compuestos secundarios bioactivos que pertenecen a una gran diversidad de clases químicas, como las saponinas, los diterpenos, los sesquiterpenos, las pironas, los isocromenos, los flavonoides, los isoflavonoides y los alcaloides.
Sorprendentemente y como hemso visto, los antiguos egipcios tenían un gran conocimiento de diferentes campos médicos como la anatomía, la cirugía y la medicina general, pudiendo diagnosticar y tratar varias enfermedades con relativo éxito. Cientos de casos han sido documentados en varios papiros médicos.
Los tratamientos en aquellos tiempos incluían una gran diversidad de fuentes como plantas, animales y minerales. La mayor parte de nuestro conocimiento de esta medicina egipcia antigua se derivó de los papiros médicos, que han servido de fuente para comprender y aprender más de esta asombrosa civilización.
😍😍
madre mia, no tenia ni idea de que ya en aquellos tiempos tuvieran tantos conocimientos...
muy interesante @davdom 😉