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Cultura/Sociedad

La migración hacia los países ricos bate récords históricos

El año pasado, más de 6 millones de personas se establecieron de forma permanente en países desarrollados, alcanzando un máximo histórico. Según un informe reciente, la migración hacia las naciones que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) continuó en aumento durante 2023, registrando cifras nunca vistas. Además, tanto los migrantes temporales como los solicitantes de asilo también aumentaron significativamente, lo que está generando tensiones sociales y políticas en varios países.

Para contextualizar, la OCDE es una organización que agrupa a países mayoritariamente desarrollados.

De acuerdo con el último informe titulado "Perspectiva de la migración", publicado por la OCDE desde su sede en París, el año pasado llegaron a sus países miembros 6,5 millones de nuevos migrantes permanentes. Esta cifra representa un incremento del 10% respecto al año anterior y un 28% más que los niveles registrados en 2019.

El informe destaca que gran parte del crecimiento en la migración permanente durante 2023 se debió a la reunificación familiar, que experimentó un aumento del 18% en comparación con el año anterior. La migración laboral hacia los países de la OCDE también se mantuvo alta, con cerca de 1,2 millones de trabajadores, similar a los niveles de 2022.

“La fuerte demanda de mano de obra ha sido un motor clave de la migración en los últimos dos años”, explicó Mathias Cormann, Secretario General de la OCDE. Añadió que muchos de estos países enfrentan una escasez significativa de trabajadores y cambios demográficos importantes, lo que ha llevado a un aumento en la llegada de migrantes laborales.

Sin embargo, este flujo masivo de migrantes también está generando problemas importantes en muchos países receptores. El aumento de la inmigración no controlada está ejerciendo una fuerte presión sobre los servicios públicos, como la seguridad, la sanidad, la educación y la vivienda, que en muchos casos no están preparados para recibir a tantos recién llegados en un corto periodo de tiempo. Esto ha derivado en tensiones sociales, especialmente en comunidades que ya enfrentan dificultades económicas, donde los nuevos migrantes compiten por los mismos recursos y oportunidades.

Además, la integración de los migrantes se ha convertido en un reto creciente. En muchos países, la llegada continua de personas con culturas, idiomas y costumbres muy distintas está generando conflictos culturales y sociales y dificultando su integración en la sociedad. Esto se traduce en problemas como la segregación en barrios específicos, un aumento de la inseguridad ciudadana y en la demanda de programas de asistencia social y dificultades para encontrar empleo estable, lo que en algunos casos contribuye al aumento de la economía sumergida.

El informe señala que aproximadamente un tercio de los países de la OCDE experimentaron niveles récord de inmigración en 2023. Entre ellos destacan Canadá, Francia, Japón, Suiza y el Reino Unido. Sin embargo, otro tercio de los países, como Dinamarca, Estonia, Israel, Italia, Lituania y Nueva Zelanda, vieron una disminución en las llegadas.

En cuanto al país con el mayor aumento, el Reino Unido se posicionó por primera vez como el mayor receptor de migrantes después de Estados Unidos, con una inmigración neta de 750.000 personas, impulsada en gran medida por la contratación en el sector de la salud.

No obstante, el rápido crecimiento de la inmigración en el Reino Unido también ha encendido el debate sobre los límites de absorción de nuevos migrantes, y los desafíos de asegurar que puedan integrarse de manera efectiva en la sociedad británica.

Por otro lado, el número de solicitudes de asilo también alcanzó un récord en los países de la OCDE, con 2,7 millones de nuevas solicitudes en 2023, lo que representa un aumento del 30% en comparación con el año anterior. Esto ha generado una sobrecarga en los sistemas de asilo de muchos países, que luchan por procesar un volumen tan alto de peticiones, lo que a menudo lleva a largos periodos de espera y a condiciones de vida precarias para los solicitantes.

En Estados Unidos, las solicitudes de asilo superaron por primera vez las presentadas en conjunto por los países europeos de la OCDE, alcanzando más de un millón de peticiones. Esto ha provocado críticas sobre la capacidad del sistema para gestionar el flujo constante de personas que buscan refugio, aumentando la presión sobre las fronteras y los centros de acogida. Los principales países de origen de los solicitantes de asilo en 2023 fueron Venezuela (270.000), Colombia (203.000), Siria (171.000) y Afganistán (150.000), seguidos por Haití, Cuba, Turquía y Nicaragua.

La tendencia muestra que, si bien la migración sigue siendo una fuente clave de crecimiento económico para los países desarrollados, también plantea desafíos significativos en términos de seguridad, integración y sostenibilidad social. Esto requiere un enfoque equilibrado que permita aprovechar los beneficios de la migración, al mismo tiempo que se gestionan los retos que vienen con ella.

Comentarios (1)

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rachelsan • Hace 7 meses

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