Situada en Uzbekistán, con casi 3.000 años de historia, y nombrada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 2001, su nombre eboca cuentos y leyendas de la legendaria "Ruta de la Seda", cuando fue, y durante siglos, un gran cruce de culturas y un gran centro económico en la antigüedad.
Es una de las ciudades más antiguas del mundo, al igual que otras muy conocidas, como Babilonia, Roma o Atenas...
Fue creada en el s.VII a.C. bajo el nombre de Afrosiab. Los persas le dieron el nombre de Maracanda y fue conquistada por Alejandro Magno en el 329 a.C. (cuando parece ser que ya era conocida como Samarcanda), que incluso dijo de ella: “Todo lo que había oído sobre Samarcanda es verdad, excepto que es más hermosa de lo que había imaginado”.
Pero también por los árabes en el s. VIII d.C. e incluso por los mongoles (año 1221).
Tamerlán (Timur Lang o Timur el Cojo), el llamado "Azote de Dios", que construyó un imperio que aterrorizó al mundo desde Delhi hasta Esmirna en el Mar Egeo, la convirtió en la capital de su imperio y construyó los edificios más bellos conocidos de la época y que han llegado hasta nuestros días.
A su muerte, todo su imperio fue gobernado por hijos y nietos.
No sé si conocen alguna de las leyendas de la ciudad: una de ellas es la del propio nombre de la ciudad, la leyenda de Kant, una chica rica, y Sama, un muchacho pobre, se enamoraron, pero el padre de Kant no aceptó que su hija se case con alguien como Sama, y decidió matarlo. Cuando Kant lo descubrió, se arrojó por la torre de su castillo…En su honor, se decidió dar a la ciudad el nombre de los enamorados.
Si van, no pueden dejar de visitar el Mausoleo de Gur Emir, donde está enterrado Amir Timur (construído a principios del siglo XV), o la calle que tiene el nombre del "Marco Polo español", Ruy González de Clavijo, que se encuentra justo a la salida del Mausoleo. Sin olvidar, claro está, ir a la Plaza del Registán de Samarcanda, antiguamente cubierta por la arena, con sus 3 grandes edificios Madraza Ulugbek, Madraza Sherdor y la Madraza Tilla-Kori.
El atardecer en esta plaza es espectacular...
Por desgracia, la Rusia zarista transformó esta antigua ciudad caravanera en una urbe moderna de amplias avenidas y viajeros...pero no podemos olvidar que llegó a ser uno de los "centros del mundo"...
Nota interesante:
Ruy González de Clavijo ("el Marco Polo español") fue un embajador del rey castellano Enrique III, quien le encomendó una embajada ante la corte del Gran Kan Tamerlán con la intención de crear una alianza para guerrear contra los turcos otomanos.
Su expedición partió en mayo de 1403 desde España: El Puerto de Santa María, pasando por Cádiz, Málaga, Islas Baleares, el Mar Tirreno, el Estrecho de Mesina, Península del Peloponeso, la isla de Rodas, el Estrecho de Dardanelos, Constantinopla, Trebisonda y finalmente, ya en territorio de Tamerlán, Erzingán, Tabriz (antigua capital de los once kanes mongoles, situada en Persia), Nisapur, Kesh y finalmente la que fue la capital del imperio más poderoso de Asia, Samarcanda.
Las crónicas de Clavijo describen en gran detalle, no solamente el viaje en sí, los lugares y ciudades por los que pasó y su historia, sino que incluso resultan ser un documento de gran interés histórico sobre Tamerlán y su entorno.
Son de destacar las descripciones detalladas de ciudades, en particular la Constantinopla todavía cristiana, las de las 18 fiestas con las que fue agasajado en Samarkanda, las vestimentas de las cortesanas y del propio Tamerlán, la boda del nieto de Tamerlán Ulug Beg, el bazar...
El relato es el único testimonio europeo del lujo de esa Corte, y base de la leyenda de Samarcanda. Describe en detalle las negociaciones con diversos mandatarios cuando pasó por sus territorios, en sí una lección de diplomacia. Las maravilladas descripciones de una jirafa —vista por primera vez— y de una batalla de elefantes, son extraordinarias joyas de la narrativa medieval española.
Tamerlán, quien después de Genghis Khan fue el mayor conquistador de la región, creando el segundo mayor imperio conocido hasta la fecha, fue un gobernante de gran habilidad diplomática y militar, que conquistó gran parte de Asia y el Medio Oriente y se convirtió, en el Oeste, en el azote de Bayaceto.
Su temeridad, sabiduría y hasta crueldad eran legendarias; se cuenta que construía pirámides con las cabezas cortadas de aquellos habitantes de ciudades que no se rendían enseguida al aparecer él con sus huestes. En la propia carta que Tamerlán envió a Enrique III describía con detalle cómo “obligó a sus enemigos vencidos a tragar sus espadas”.
Además, sólo unos meses antes, Tamerlán había pasado a cuchillo a todos los caballeros de la Orden de Rodas que defendían Esmirna, después de haberse negado por segunda vez a rendirse.
No deja de asombrar el coraje de Clavijo al adentrarse en los territorios de tan temible guerrero. De hábitos nómadas, hizo, sin embargo, que Samarcanda y otras ciudades deslumbrasen a sus visitantes por el esplendor y majestuosidad de sus edificios —palacios, madrazas o escuelas coránicas, mezquitas, mercados...—, construidos con artesanos y arquitectos traídos de los territorios que conquistaba...
magnífica....
Que maravilla!
vaya viajes te has hecho!!!!! 😜 wowww
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