Se llamaba Cecilia Payne-Gaposchkin, y nació en Wendower, Inglaterra, el 10 de mayo del año 1900. Gracias a sus enormes aptitudes académicas se hizo con una beca para estudiar en la Newnham College, perteneciente a la Universidad de Cambridge, en 1919. Centró sus estudios y su interés, por entonces, en la botánica, la física y la química, aunque rápidamente se interesó también por la astronomía.
Completó su estudios aunque sin el reconocimiento debido, ya que por aquel entonces la Universidad no era un lugar en el que se le diera mucho reconocimiento a las mujeres (no tenían reconocido el título aunque superasen todos sus estudios; de hecho, la Universidad de Cambridgeesta no aceptó dar licenciaturas a mujeres hasta 1948).
Se mudó a los EEUU y de la mano de un programa de Harlow Shapley, que animaba a las mujeres a formarse y trabajar en astronomía, consiguió una beca para ir a estudiar al Harvard College Observatory en 1923, siendo la segunda de aquel programa.
Dos años más tarde, en 1925, presentó su tesis "Stellar Atmospheres: a contribution to the observational study of high temperature in the reversing layes of the stars", siendo ésta, según los astrónomos Otto Struve y Velta Zeberg, “la mejor tesis de astronomía de la Historia”. Acabó siendo la primera persona que consiguió un doctorado en la Radcliffe University, parte de la Harvard University.
Aquel trabajo fue revolucionario dentro de la astronomía. Determinó temperaturas estelares y concentraciones químicas en las estrellas, utilizando la ecuación de ioniación del físico indio Megnad Saha, y con ello llegó a la conclusión de que el helio, y especialmente el hidrógeno, eran los componentes principales presentes en las estrellas. Su trabajo, pionero en el desarrollo de atmosferas estelares, demostró además que el hidrógeno era el compuesto principal que formaba no sólo las estrellas, sino todo el universo.
Parte de la comunidad científica de la época se posicionó en contra, ya que seguían postulando que la composición de las estrellas era parecida a la de la Tierra, como se había pensado hasta entonces. Años después se demostraría que Cecilia había dado en el clavo.
En 1938 consiguió finalmente el título de astrónoma, y en 1943 fue elegida miembro del American Academy of Arts and Sciences. En 1956 pasó a ser la primera mujer profesora asociada en Harvard, y posteriormente también se convertiría en la primera directora de departamento de dicha universidad. Se retiró en la enseñanza en 1966 y posteriormente se fue a trabajar al Smithsonian Astrophysical Observatory.
Falleció el 7 de diciembre de 1979 en Cambridge, Massachusetts (EEUU) después de una brillante carrera, donde no sólo escribió varios libros y editó varias revistas, sino que además fue una gran luchadora frente a la discriminación hacia las mujeres en la ciencia.
Una mujer que fue y debe seguir siendo, sin duda, un ejemplo para todos aquellos hombres y mujeres que quieran dedicarse al mundo de la ciencia...
brillante....