¿Cómo en poco más de 20 años China ha llegado a ser la nación que posiblemente se convierta en la próxima primera potencia del mundo?. Veámoslo:

China ha experimentado una transformación económica y geopolítica sin precedentes desde el año 2000 hasta la actualidad, pasando de ser un país emergente con un PIB considerablemente bajo a convertirse en la segunda economía más grande del mundo y en un líder en innovación y tecnología. Esta evolución ha sido el resultado de una serie de factores económicos, políticos y sociales.

El punto de partida: China en el año 2000

En el año 2000, China ya estaba en una fase de crecimiento acelerado tras dos décadas de reformas económicas iniciadas por Deng Xiaoping en la década de 1980. Sin embargo, seguía siendo un país en vías de desarrollo con un PIB per cápita bajo, una población predominantemente rural y una economía basada en la manufactura de bajo coste. El crecimiento se centraba en la exportación de bienes de consumo y en la atracción de inversión extranjera directa (IED) gracias a sus bajos costes de producción.

China enfrentaba numerosos desafíos a inicios del siglo XXI:

• Pobreza generalizada: Una parte importante de la población vivía en la pobreza, especialmente en zonas rurales.
• Dependencia de las exportaciones: La economía dependía en gran medida de las exportaciones a países desarrollados, especialmente Estados Unidos y Europa.
• Falta de innovación: Aunque la producción era elevada, la economía china no era competitiva en términos de tecnología e innovación, limitando el crecimiento a largo plazo.

Un momento clave: Ingreso de China en la OMC en 2001

La entrada de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001 fue un punto de inflexión. Este hecho facilitó el acceso de China a los mercados globales, lo que aceleró su integración en la economía mundial y permitió el crecimiento masivo de su sector exportador.

• Apertura de nuevos mercados: La adhesión a la OMC eliminó muchas barreras arancelarias, permitiendo que los productos chinos compitieran en igualdad de condiciones en los mercados internacionales.
• Aumento de la IED: La apertura a la inversión extranjera permitió a las empresas multinacionales establecer operaciones en China, aprovechando los bajos costos de producción y el acceso a un mercado laboral abundante.
• Desarrollo de cadenas de suministro globales: China se convirtió en un eslabón crucial en las cadenas de suministro globales, especialmente en sectores como la electrónica, textiles y bienes de consumo.

Estrategias de crecimiento nacional: Los planes quinquenales y la transición a una economía de valor agregado

El gobierno chino ha implementado una serie de planes quinquenales que guían la dirección de la economía. Estos planes establecen metas ambiciosas en áreas estratégicas, fomentando la transición de una economía basada en la manufactura de bajo costo a una economía de valor agregado:

• Inversión en alta tecnología: Con el plan “Made in China 2025”, lanzado en 2015, China busca reducir su dependencia de tecnología extranjera y posicionarse como líder en sectores de alta tecnología, como la inteligencia artificial, robótica, biotecnología y vehículos eléctricos.
• Desarrollo de sectores estratégicos: El gobierno ha destinado miles de millones de dólares en investigación y desarrollo (I+D), atrayendo talento nacional e internacional y desarrollando parques tecnológicos en ciudades como Shenzhen, Hangzhou y Pekín.
• Competencia en el ámbito tecnológico: Empresas como Huawei, Tencent, Alibaba y ByteDance se han convertido en gigantes tecnológicos, no solo en China, sino a nivel mundial, compitiendo directamente con empresas occidentales.

Urbanización y el auge de la clase media en China

La urbanización ha sido una de las principales características del crecimiento de China. A lo largo de las últimas dos décadas, millones de personas se han mudado de áreas rurales a ciudades, lo que ha creado una demanda masiva en infraestructuras, viviendas y servicios:

• Expansión de la clase media: Esta rápida urbanización ha impulsado el crecimiento de la clase media china, que actualmente representa alrededor de un 40% de la población. La clase media ha sido clave para el crecimiento del consumo interno, especialmente en tecnología, bienes de lujo y entretenimiento.
• Desarrollo de infraestructuras urbanas: China ha invertido masivamente en infraestructura urbana, incluyendo redes de trenes de alta velocidad, autopistas y aeropuertos, lo cual ha facilitado el comercio interno y ha impulsado el crecimiento económico en regiones menos desarrolladas.
• Crecimiento del mercado interno: Con una clase media en expansión, China ha fomentado la transición hacia una economía orientada al consumo interno, lo que la hace menos dependiente de las exportaciones.

La iniciativa de la Franja y la Ruta (Belt and Road Initiative, BRI)

En 2013, China lanzó la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), un ambicioso proyecto de inversión en infraestructuras que abarca más de 60 países. Este proyecto no solo facilita el comercio y la inversión en Asia, África y Europa, sino que también fortalece la influencia geopolítica de China:

• Acceso a recursos naturales: La BRI ha permitido a China asegurar el acceso a recursos estratégicos como petróleo, gas y minerales, necesarios para mantener su ritmo de crecimiento y su transición hacia una economía de alta tecnología.
• Posicionamiento como potencia geopolítica: La BRI no solo conecta a China con mercados globales, sino que también fortalece su influencia política y económica en países en desarrollo, muchos de los cuales ven en China un socio alternativo a los países occidentales.
• Proyectos de infraestructura estratégica: China ha construido puertos, ferrocarriles y carreteras en países de Asia Central, África y Europa del Este, consolidando su posición como el centro de una red comercial global.

Desafíos para el futuro: Tensiones internacionales y problemas demográficos

• Competencia tecnológica y guerra comercial: Las crecientes tensiones con Estados Unidos, especialmente en el ámbito tecnológico, han generado restricciones que limitan el acceso de empresas chinas a tecnología avanzada, como semiconductores y software de alta gama.
• Restricciones en exportaciones clave: Estados Unidos y algunos aliados occidentales han restringido la venta de tecnologías clave a China y han limitado la participación de empresas chinas en mercados sensibles, como telecomunicaciones e inteligencia artificial.

Problemas demográficos: Envejecimiento de la población

• Reducción de la población en edad laboral: La población de China está envejeciendo rápidamente, y la tasa de natalidad ha disminuido a niveles históricos. Esta dinámica demográfica podría reducir el crecimiento económico en las próximas décadas al limitar la disponibilidad de trabajadores jóvenes y aumentar la carga sobre el sistema de bienestar social.
• Impacto en la productividad y la innovación: Con menos jóvenes en el mercado laboral, la innovación y la productividad podrían verse afectadas, lo que representaría un reto para el crecimiento económico a largo plazo.

La transformación de China en una potencia mundial ha sido el resultado de políticas estratégicas, reformas estructurales y una visión a largo plazo. A medida que enfrenta desafíos económicos y geopolíticos, su capacidad de adaptarse y evolucionar manteniendo sus reticencias hacia la Agenda 2030 occidental será crucial para mantener su liderazgo en el escenario mundial. La evolución de China en los próximos años será determinante para la economía global y las relaciones internacionales. Delo que no cabe duda es de que China a día de hoy ya le está ganando la partida a los Estados Unidos en mchos aspectos, económicos y tecnológicos, y su áreaa de influencia es cada vez mayor.

Debemos preguntarnos: ¿qué harán los Estados Unidos, y occidente en general, para contrarrestar el ascenso chino además de provocar conflictos y guerras por todo el mundo buscando que se busque refugio en su dólar?, ¿tratará de competir usando la economía o la fuerza de las armas?, está por verse...