Te hablamos de la tribu Angus, que habita en el interior de Papúa-Nueva Guinea, en las montañas de la costa norte de la isla. Las demás tribus de la isla les llaman "los kukukukus". Son pequeños de estatura pero muy belicosos.

Antiguamente (hoy día es raro el canibalismo, y si lo hay son casos aislados), cuando hacían prisioneros de otras tribus, los engordaban y se los comían. 

Según sus creencias, las almas de los muertos y los espíritus malignos habitan la tierra, el agua y los bosques, y la fuerza vital puede transmitirse del mundo material al espiritual, y por eso no entierran a sus muertos, sino que los momifican, si bien hoy en día esta práctica ya no se hace tanto como antes.

Según creen, si la tierra probara la sangre, querría más, y el lugar que habitan reclamaría cada vez más y más vidas. 

¿Cómo transforman los cuerpos en momias? Atan los cuerpos eviscerados y los colocan en una especie de parrilla hecha de ramas bajo las que encienden brasas que permanecen encendidas día y noche, ahumando los cuerpos. Los fluídos corporales son bebidos por los parientes para salvaguardar la esencia del fallecido, y estos mismos parientes velan al difunto durante meses, hasta que se ha convertido en una momia.

Cuando finaliza esta etapa, llevan la momia del difunto a una cornisa o acantilado donde yacen, colocados todos juntos, los ancestros de la familia.

Para visitar las momias se pintan las caras de color claro, con arcillas, en señal de respeto a los espíritus, y cada cierto tiempo (desde niños les enseñan), maquillan y reparan las momias, que con el paso del tiempo se van deteriorando. 

Hoy en día, como dijimos antes, estas prácticas están en desuso debido a una prohibición del gobierno, pero los hay aún que practican estos cultos, sin duda y para nosotros, insólitos...